La Constitución de 1854 y la crisis de México
Oaxaca, Oax., 16 de marzo 2011 (Quadratín).- A riesgo de ser anatemizado por el PAN me atrevo a expresar mi opinión discordante de el dirigente nacional de este partido, Gustavo Madero, en el sentido de que si comparamos el producto interno bruto (PIB) en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000) con el actual periodo, en el que durante 10 años el PAN ha gobernado, ahora: somos doblemente ricos, opinión vertida en la entrevista que el periodista Carlos Loret de Mola hizo a los dirigentes de los tres partidos más importantes, el día 14 de marzo del presente año.
Dicha afirmación tiene la intención de que todos creamos que el PAN, es el mejor de todos y el forjador de éste México tan feliz en el que ahora vivimos.
Afirmó también el dirigente del PAN que todos los índices de salud, vivienda, alimentación, cultura y riqueza son mejores que antes, pero que, debido al manejo faccioso de las cifras, la percepción que tienen los mexicanos es de que estamos cada vez peor. En pocas palabras, según él, estamos viviendo una gran prosperidad, pero quienes no lo ven así, son unos perversos, malagradecidos, ignorantes y malintencionados que no saben ver lo bueno de los gobiernos panistas.
¡Carajo! me siento verdaderamente mal.
Conozco de primera mano Amoltepec, Zenzontepec, Texmelucan, Yutanduchi de Guerrero Oaxaca, y muchas otras zonas de este Estado, en las que los indígenas no tienen ropa para vestir, no calzan zapatos ni huaraches, no tienen viviendas y habitan en casas ni siquiera dignas de un animal; cuyos niños se mueren por estar sub alimentados, o por enfermedades total y absolutamente curables; que no tienen un empleo mínimo; que no saben nada de cultura ni educación y que ni siquiera hablan bien el español, víctimas de todo tipo de calamidades, políticas y legales, pero según el líder del PAN, lo que yo he visto solo son percepciones.
Conozco así mismo, regularmente, el país y sé que dicha realidad no se constriñe a Oaxaca, sino que también se da en la alta montaña de Guerrero, con los indígenas que viven en los límites de Puebla y Veracruz, con los Tarahumaras de Chihuahua, con los Coras y Yaquis de Sonora y con miles de indígenas chiapanecos, en donde también el hambre, miseria y desamparo son las condiciones comunes de todos ellos, pero siguiendo la opinión del Licenciado Madero, esto solo son ideas de los esos ingratos indígenas que sólo perciben así las cosas porque no saben reconocer los beneficios del gobierno del PAN.
Conozco, veo y convivo con gente que vive en los cinturones de miseria de las grandes ciudades, que medio trabajan y que lo que ingresan a su familia es absolutamente insuficiente para pagar luz, agua, gas, etc. Que no tienen una vivienda digna, que carecen se servicio de drenaje, pavimento etc, que tienen que trabajar desde pequeños para acercar algo al hogar y a quienes nunca se les permite, por no tener dinero, acudir al teatro para admirar y conocer la danza, el baile, la buena música, la poesía o el mismo teatro, pues su salario no les alcanza para comer, mucho menos para aculturarse. Ciertamente existe el Seguro Popular, pero éste atiende problemas de salud de poca gravedad. Las enfermedades graves, ni de chiste se atreven a analizarlas diagnosticar y dar medicina para el tratamiento de las mismas. Es más, recientemente, me resultó casi imposible conseguir una vacuna para el tétano. Esta famosa cobertura universal de salud que presumió en señor Madero, es total y absolutamente limitada y raquítica. Lo afirmo y lo puedo probar, claro, a riesgo de que el señor Madero me diga que soy un infeliz que solo percibo las cosas malas, pero que el mundo en el que vivo es excelente, único e inmejorable.
A fin de cuentas, debo decir que los panistas, como buenos idealistas son congruentes. Según ellos, la realidad no es como es, sino como se le percibe, y si alguien no lo hace así, entonces es un mentiroso y un calumniador.
Los mexicanos somos ahora, doblemente ricos y doblemente felices ¡qué viva México!
Los millones y millones de mexicanos que vivimos una realidad diferente no vemos por ningún lado, ni antes, ni ahora el progreso y bienestar que ve el Sr. Madero, lo que vemos es el hambre, la miseria, desnutrición, falta de servicios y de empleo, incultura, inseguridad, y el país al borde del precipicio. Las opiniones que maneja el señor Madero, bien se la puede quedar para él y los panistas privilegiados que viven y han vivido cómodamente. Los 85 millones de mexicanos que viven en la pobreza, no coinciden con esa opinión y esta insufrible y terrible realidad de los millones de pobres, no se va a borrar porque el señor Madero sostenga que el (PIB) nos ha hecho doblemente ricos ahora.
Por lo visto, los panistas viven en un mundo de fantasía, que no es compartido con el pueblo pobre de México que sufre todo tipo de carencias y dificultades, y eso, no es una percepción, sino una realidad.