Migración y adicciones, maldición del progreso
Raúl Toledo Dehesa / Colaboración
Oaxaca, Oax. 10 de marzo 2011 (Quadratín).-
¿Qué cambió en Oaxaca en los primeros cien días comparado con los primeros cien de sus antecesores en el cargo?
¿Qué cambió en Oaxaca en términos del ejercicio de la política?
¿Hay mejores servidores públicos?
¿Más sensibles a las demandas y necesidades históricas del pueblo oaxaqueño?
¿Son otros o los mismos funcionarios públicos de otros sexenios?
¿Realmente está en marcha la transición o en los próximos cien días se agotará el discurso del cambio?
¿Qué de nuevo en un momento en que la sociedad demandaba que se aclararan los actos de corrupción de los exservidores públicos, los mismos que hoy ocupan posiciones estratégicas en el gobierno del cambio y de la transición?
¿No se supone que hicimos una campaña para acabar con el ulicismo y lo que representaba?
¿Dónde estaba José Antonio Stefan Garfías en el gobierno de URO?
¿No fue el mismo que coordinó la campaña de Eviel Pérez Magaña?
¿Qué proyectos estratégicos puede impulsar si fue parte del gobierno corrupto que combatimos en cada plaza, en cada mitin, en cada reunión con vecinos?
¿Dónde está ahora?
¿Quién ejerce el poder después de que fue desplazado el ulicismo, el muratismo y lo que pudiera oler a heladismo?
¿Gobierna Diódoro Carrasco o Benjamín Robles?
¿Habrá transparencia en la gestión pública, en las licitaciones, en el ejercicio de hacer política y servir a Oaxaca?
¿Se gobierna con la plataforma de la alianza, con las propuestas sociales del PRD y se cumple con lo prometido en campaña?
¿Se regresó a las viejas prácticas de la cooptación política y lo que eso significa para las arcas del estado para atenuar a los dirigentes magisteriales?
¿Hay rumbo en la transición?
¿No nos estaremos quedando con las expectativas y de pronto los grupos de poder cooptaron ya al nuevo titular del Ejecutivo?
¿Se seguirán repartiendo los recursos a los grupos, y dirigentes sociales mientras el pueblo oaxaqueño espera al borde de la banqueta otros seis años de más de lo mismo?
¿Hacia dónde y en qué proyectos se invertirán los más de 52 mil millones de pesos obtenidos para este año?
¿Qué podríamos rescatar entonces como positivos del nuevo gobierno en estos primeros cien días? Son algunas preguntas, lamentablemente sin respuesta.
1.-La golpiza a los maestros.
2.-La falta de servidores públicos con título.
3.-Servidores públicos protectores de los grupos delincuenciales.
4.-Una estructura burocrática costosa que permitiera dar cabida a todos los grupos, partidos, incluyendo a exfuncionarios del ulicismo.
5.-La Fiscalía Especializada para investigar hechos del pasado.
Con qué sabor de boca nos quedamos entonces.