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Oaxaca, Oax. 22 de febrero 2011 (Quadratín).- Uno de los grandes retos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, es evitar en el futuro una población con calidad de vida deficiente y secundaria a la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, de ahí el llamado urgente para cambiar el estilo de vida y hábitos alimenticios, ya que tanto la obesidad y el sobrepeso disminuyen la calidad de vida en promedio de 6 años en la mujer y 7.2 años en el hombre.
De acuerdo con el médico epidemiólogo auxiliar de la Coordinación de Prevención y Atención de la Salud en el IMSS Oaxaca, Miguel Altúzar Figueroa, la obesidad es definida como un exceso de tejido graso en el organismo y se considera en la actualidad un grave problema de salud pública que afecta a un gran número de mexicanos, pues en los últimos siete años la obesidad en niños de cinco a once años se incrementó en un 77 por ciento. Por otra parte de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en México existen 52.2 millones de mexicanos con sobrepeso y obesidad.
En México, la mortalidad se asocia principalmente a enfermedades cardiovasculares, como la diabetes e incluso el cáncer, que ocupan las primeras causas de mortalidad general y en el caso de Oaxaca, el problema se está observando en el Istmo de Tehuantepec, donde de cada diez personas, siete son obesos, tanto en el hombre como en la mujer. Y en el caso de los jóvenes y niños, de cada diez, seis tienen un problema de obesidad. Estas cifras son similares en Matías Romero y Cuenca del Papaloapan, donde de acuerdo a las estadísticas, de cada diez mujeres ocho son obesas.
Los factores de riesgo pueden ser hereditarios y ambientales y entre estos se incluyen: el estilo de vida; sedentarismo y falta de ejercicio; consumo de calorías mayor al necesario; consecuencia de una alimentación deficiente; consumo de alimentos chatarra; desorganización de los horarios para consumir alimentos; así como factores psicológicos como el estrés, cambios de conducta y la depresión, además de ver televisión por tiempos prolongados o jugar videojuegos. Hay otros factores genéticos, como la edad, el embarazo (debido a los antojitos), e incluso algunos problemas de tipo médico.
En ese sentido, El IMSS realiza una evaluación anual del estado nutricional de sus derechohabientes, como parte de un componente importante del chequeo anual PREVENIMSS, mediante la medición del peso, talla y cintura.
En caso de que durante la atención se detecte sobrepeso u obesidad, el médico lo derivará a consulta en el área de Nutrición para que le diseñen una dieta adecuada, a la que debe incorporarse la familia con la finalidad de que el paciente en tratamiento no sienta que el esfuerzo por cambiar los hábitos alimenticios solo es de él.
Además, se debe propiciar la actividad física familiar y llevar una buena alimentación, con la recomendación de la nutrióloga que consiste en consumir muchas verduras, frutas y agua natural y evitar beber refrescos gaseosos, dañinos para la salud.