Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Roberto Cuevas / Colaboración
Oaxaca, Oax. 19 de febrero 2011 (Quadratín).- Como uno más de los millones de oaxaqueños radicados fuera de la entidad, desde la capital del la nación, escucho la cobertura del incidente por la radio y observo en las siguientes horas las imágenes y los comentarios en la televisión.
Me imagino entonces los escenarios:
a) En el palacio juarista de gobierno, icono de la historia al que tanta urticaria le provoca a la ultraderecha y por supuesto al gobierno federal, la parafernalia elitista de los eventos presidenciales, a la que por supuesto la estructura del gobierno del estado nunca quiere faltar, por eso de la foto para la posteridad.
b) En el perímetro cercano al evento, el blindaje del Estado Mayor Presidencial, la policía federal y sus invitados: la policía estatal y municipal, por si acaso se requiriera enfrentar a los estigmatizados inconformes sociales.
c) Luego del perímetro policíaco, una manifestación de integrantes de la sección 22 del magisterio y de simpatizantes de la APPO cuya única intención era la de protestar por la equivocada, politizada y proteccionista decisión calderonista de otorgar subsidio fiscal a quienes más ingreso económico tienen en el país, como si la educación pública consagrada en la constitución, especialmente en las entidades federativas con mayor pobreza, no requiriera mayor atención.
Curiosamente momentos antes Calderón había inaugurado la Universidad La Salle, a la que seguramente asisten los hijos de las familias pobres de Oaxaca y a quienes Harp Helú tanto quiere y aprovecha para deducir sus multimillonarios ingresos. Este fue el espacio que el Presidente de la República utilizó para adornar su elitista iniciativa a favor de las universidades privadas, lástima que Helú se prestará al juego perverso de Los Pinos.
Mientras, en el interior del palacio juarista Calderón y Gabino Cué se explayan en elogios y promesas, en el límite del perímetro policial sucedió lo inevitable y entonces la policía federal decide activar su operativo para impedir a como dé lugar el ingreso de los manifestantes al zócalo de la ciudad y evitar que el evento presidencial fuera enturbiado.
Lo demás lo mostraron las imágenes televisivas: pedradas, garrotazos, gases lacrimógenos, cohetones, vehículos destrozados e incendiados, propiedades privadas dañadas y el patrimonio histórico afectado severamente, un secretario de seguridad pública jaloneado, elementos femeninos de la PFP retenidos, manifestantes heridos y detenidos, todo ello para que a los oaxaqueños no se les olvide la torpeza policíaca estatal y federal del 2006.
Surgen entonces las preguntas obligadas: ¿No se supone que el protocolo del Estado Mayor Presidencial, de la Segob y de sus órganos de inteligencia construyen posibles escenarios para los eventos presidenciales, donde incluso se contempla la cancelación de los mismos, por muy importante que sean, y en consecuencia deben anteponer la negociación, el diálogo y la mesura para evitar conflictos, sobre todo en una entidad tan lastimada por los agravios de la federación y de las administraciones locales pasadas?
¿O se trataba de recordarle a la sección 22 y a la APPO que sus protestas y movilizaciones seguirán siendo atendidas con represión violenta?, porque eso de usar cohetones, hasta donde se sabe no es propio de los órganos policiales, es decir, ¿porqué una provocación de esta naturaleza cuando insistentemente se convoca a la recomposición del tejido social? ¿Los cohetones los llevó la PFP o la policía estatal?
¿Porqué fue el Secretario de Seguridad Pública Estatal quien, sin autoridad política, quiso disuadir a los manifestantes? ¿dónde estaban los operadores políticos de Gabino? ¿el uso de la violencia institucional fue circunstancial o premeditada? o como se dice en el argot, la ¿PFP, el CISEN y Segob, chamaquearon a Gabino para recordarle que en este país la protesta social no tiene cabida y que para poder gobernar requerirá siempre de su presencia? ¿Es este el apoyo que Calderón ofrece a los oaxaqueños? ¿Hasta dónde Gabino seguirá aceptando imposiciones de Calderón y García Luna como la de su inexperto Secretario de Seguridad Pública?
Porqué no permitir que Calderón escuche la crítica social a sus políticas y decisiones equivocadas, esto es, porqué insistir en el arcaico estilo de ocultar lo inocultable?
Estas son preguntas que alguien desde el gobierno estatal y federal debe responder y reflexionar antes de que la pradera se incendie en el próximo mayo caliente o se acumulen las tensiones sociales hasta extenderse a otras regiones. Ya en muchos casos el CISEN, la PGR y la Segob se equivocaron y pasaron por alto las advertencias sobre la explosividad social en Oaxaca, porqué una vez más? Que pretenden? o acaso todavía existen directivos y agentes institucionales identificados con intereses obscuros empeñados en crear más desestabilizad social?
Por supuesto que no se trata de justificar a la sección 22 y a la APPO, toda vez que en el incidente participaron dos partes y como siempre una se lleva lo peor, otra vez detenidos y lesionados, la vida pública en la zozobra y la incertidumbre de lo que viene.
Otra vez cuestionado y exhibido mediáticamente el accionar del magisterio y de las organizaciones sociales que integran la APPO, una vez más sometidos al desgaste y a la investigación y persecución por sus irracionales actos de violencia extrema incendiando vehículos, destruyendo propiedades privadas y afectando la vida de quienes no tienen por qué pagar las consecuencias de conflictos de intereses estrictamente gremiales que no sociales porque para ello dista mucho, aun cuando se sea vanguardia de la movilización, incluso nacional.
Hoy ya no tiene cabida el trillado argumento de que no fue el magisterio el que participó en el enfrentamiento y que se trató de provocadores profesionales, asuma cada quien su responsabilidad y consecuencias para poder hablar con la verdad. Tampoco se trata de ofrecer un caramelo de mil millones de pesos, ni de aceptarlo, porque se trata de ir al fondo de la recomposición social, caer una vez más en el juego perverso del ofrecimiento financiero, significa deslegitimar la movilización y participación social. ¿O acaso ya se olvidó a un Rueda Pacheco que felizmente vive en Canadá con todo el apoyo que el gobierno federal le otorgó en su momento?, quien por cierto en plena crisis política declaró a los medios que había cosas más importantes en el magisterio que protestar por el artero asesinato de un maestro a manos de los priistas.
El magisterio debe entender y hacer autocrítica de que ellos no son la totalidad de la sociedad oaxaqueña y en dado caso interpretar y canalizar adecuadamente el apoyo social con que aun cuenta, antes de que terminen siendo villanos, lo que desea con fervor guadalupano Calderón, el PAN, la ultraderecha y el priismo corrupto.
Oaxaca ha perdido mucho en los últimos años, no se repone de un conflicto cuando ya hay otro en la fila, como si los oaxaqueños no tuvieran suficiente con su pobreza extrema, sus conflictos agrarios, el incremento de la delincuencia organizada, su migración y desempleo, el déficit de infraestructura especialmente carretero, el saqueo y deterioro de sus recursos forestales y la avanzada desedificación de su territorio, etc, etc, etc.
En dado caso, la agenda para la construcción de un auténtico movimiento social es una tarea pendiente, si realmente se quiere cambiar el estado de cosas so pena de otorgar ventajas para el retorno de lo retrograda, así el estado de cosas, se requiere una movilización inteligente, propositiva y pragmática para enfrentar de una vez por todas el problema de raíz.
Gabino Cué no tiene porque estar entre la espada y la pared, después de todos los sacrificios que tuvo que hacer el pueblo de Oaxaca para acabar con más de ocho décadas de gobiernos corruptos, tendrá que decidir entre aplicar en lo sucesivo la misma política de seguridad pública calderonista basada en la represión, contención y disuasión de la protesta social o bien construir un nuevo proyecto de ciudadanización, negociación y acuerdo amplio basado en el consenso, la información, la consulta permanente y la atención real y directa de los conflictos.
Para eso requiere rodearse de experiencia, inteligencia, compromiso y lealtad, porque no se trata de brincar un sexenio para salir bien librado, sino del futuro de los oaxaqueños que desean paz, desarrollo, respeto, atención y bienestar.
No es concebible en las condiciones de la entidad, la existencia y preparación o modernización o como se le quiera llamar de un aparato policial especializado para la represión.
Si esto último es lo que se está privilegiando, muy mal Señor Gobernador, aunque lo ordene la PFP, el CISEN y la Segob, porque al final ellos causan el desastre y se van; los oaxaqueños se quedan con los odios, el deseo de venganzas, el hartazgo y la frustración. O que, se trata de olvidar la historia y en especial el 2006? Su compromiso, Gobernador es con el pueblo de Oaxaca que confió en Usted.
La Federación debe entender que la entidad está muy por encima de los estándares de politización nacional, que los usos y costumbres pesan y mandan, que la pobreza no da para más y produce inconformidad extrema, que la represión sólo incentiva más el odio antigubernamental, que debe dejar que los oaxaqueños construyan su propio futuro y en dado caso contribuir a la atención de los grandes déficits en materia de desarrollo social y económico, en lugar de regatear junto con los diputados las asignaciones presupuestales año con año.
La PFP y la PGR deben de dejar de utilizar a Oaxaca como el laboratorio para refinar sus prácticas de represión social y dedicarse a lo suyo, a perseguir a los verdaderos delincuentes, empezando por los ex funcionarios corruptos que durante décadas saquearon a la entidad y por los asesinos de dirigentes sociales, de lo contrario mañana estarán aplicando la represión en Guerrero, Chiapas, Michoacán, el D.F., Puebla y en todos aquellos lugares donde el calderonismo y sus gobiernos panistas consideren que lesionan sus intereses.
El CISEN y la Segob, también deben modificar su forma de trato hacia Oaxaca, no es la represión y persecución abierta o encubierta, ni la elucubración o la construcción de escenarios y prospectivas de escritorio la forma de anticiparse a la atención de los conflictos, su prioridad en Oaxaca no debe ser la de usar permanentemente el tema de la supuesta subversión para justificar su equivocado quehacer, su prioridad debe ser la proponer soluciones reales a los conflictos y propiciar los espacios de negociación y acuerdo político.
El magisterio oaxaqueño y la APPO deben entender que no es con más encarcelados, perseguidos, degollados, heridos y acosados como se construye la democracia, de eso el estado ha vivido mucho y no debe haber más mártires ni del magisterio ni de ningún otro sector, su prioridad debe ser el alcance de su misión y colateralmente recuperar su prestigio de antaño y la mayor confianza social como principio básico para avanzar en la construcción de un proyecto alternativo de gobierno y sociedad.
En materia de justicia, urge tomar cartas en torno al acumulado de asesinatos políticos, desapariciones y ejecuciones políticas, no basta la declaración pública y los buenos deseos. Esta es la tarea urgente del Gobernador, sin respuestas el pueblo de Oaxaca terminará una vez más desilusionado y Gabino Cué podría pasar a la historia como uno más de los gobernadores, ojala y no sea así.
Recientemente se dio un paso significativo con una primera depuración del gabinete, pero no es suficiente, el oficio político requiere de confianza y hoy amplios sectores sociales, no solo los maestros e integrantes y simpatizantes de la APPO, desconfían de muchos de sus funcionarios que en su época fueron parte de la corrupción y de los malos gobiernos, por mucho que sea su compromiso con grupos políticos, hoy se requiere tomar decisiones de fondo que afectan indudablemente a grupos pero que beneficiarán a la sociedad.
Pero la decisión mayor, es sin lugar a dudas el valor que el Gobernador tenga para convocar urgentemente a la mesa de negociaciones a todos los actores para construir el Acuerdo para la Paz, Reconciliación y el Desarrollo que Oaxaca requiere, Gabino Cué cuenta sin lugar a dudas con el apoyo del pueblo que lo hizo Gobernador, pero mal haría si esa confianza depositada se decanta como parece observarse. No debe esperar a una nueva confrontación para convocar al diálogo y el establecimiento de compromisos.
Por lo demás, es loable que una vez más sea en la tierra del ilustre Vasconcelos, donde se registre la resistencia a los planes oficiales de la privatización de la educación pública y de presión a mayores asignaciones presupuestales para el sector educativo.
Aclaro, no se trata de estar en contra de la educación privada, simplemente de que los que tienen más que paguen si así lo desean, pero que el estado no otorgue subsidios a quienes de por sí tienen mejores ingresos y en contraparte se realicen mayores asignaciones a las entidades federativas con más rezago educativo.
Por cierto, sería bueno imprimir y regalar a todos los legisladores una copia del Ulises Criollo, sólo para ver si aprenden un poco sobre las bondades de la educación pública en lugar de tener a sus hijos en las escuelas privadas y estar promoviendo la deducción de impuestos por gastos educativos, como si no fuera suficiente lo que ganan.
Un último comentario para el señor Secretario de Seguridad Pública de la entidad: Si es Oaxaca desde hace mucho tiempo
.mañana dónde?