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Oaxaca, Oax. 2 de febrero 2011 (Quadratín).- Con ética y congruencia, reivindiquemos y enaltezcamos la capacidad de crítica y autocrítica en el PRI, desterremos cualquier viso de sectarismo excluyente, abramos los brazos hoy más que nunca e incorporemos a todas las corrientes y expresiones políticas, afirmó el diputado Martín Vásquez Villanueva, tras convocar a renovemos el pacto social al interior del Partido Revolucionario Institucional.
Expresó que la alternancia política es un desafío para cualquier partido político. Más aún para el PRI, que por décadas había encabezado al Gobierno de Oaxaca, pero el cambio no es sólo la entrega transitoria y perentoria del poder, sujeta siempre al mandato ciudadano. Es también oportunidad para que los partidos que estuvieron vinculados por un largo período al poder público emerjan fortalecidos, en autonomía, en capacidad de gestión, en capacidad de demanda.
Sobre todo, dijo, el cambio es una gran oportunidad para acrecentar nuestra capacidad de hacer del debate interno acuerdos reales, consensos democráticos, fuerza multiplicada, debate para fortalecer al PRI no para hacerle el juego a otros intereses, ajenos y antagónicos.
El PRI es de todos los priistas, de todos los grupos, de todas las corrientes, apuntó: nadie puede exigir unanimidad de criterios ni uniformidad de posturas en todos los aspectos de la vida estatal o nacional. El partido surgido de la Revolución Mexicana ha sido siempre un partido abierto, incluyente y diverso. Un partido democrático, no un partido autocrático.
Pero eso sí, advirtió: democracia interna no significa trabajo soterrado, encubierto, para socavar y demoler al propio partido.
Hoy más que nunca se requiere la unidad del PRI. La unidad en torno a sus principios de doctrina, a su proyecto histórico, a las causas sociales a las que de origen se debe. La unidad para defender a su militancia y para defender a Oaxaca. Para hacer de ese enorme capital político que significan los 600 mil votos de la última contienda, capacidad de exigencia, capacidad de demanda y capacidad de cogobierno, desde las posiciones institucionales y los cargos municipales que le corresponden, enfatizó.
Sobre la controversia que hoy vive su partido, Martín Vásquez señaló: Hoy más que nunca se requiere la unidad en torno a la legalidad que rige la vida interna del Partido. El PRI ha sido siempre un partido institucional, respetuoso del estado de derecho. Estado de derecho en el país, en el estado, y al interior de nuestra organización política. Tenemos órganos constituidos para sancionar y dotar de plena validez y autoridad a las decisiones internas.
El Consejo Político Estatal, con presencia del delegado del Comité Ejecutivo Nacional del Partido, puntualizó el también líder cameral, eligió a la actual dirigencia estatal del PRI. Esa es la legalidad y esa es la legitimidad que precede a cualquier interés personal o de grupo. Son tiempos de unidad, son tiempos de honrar nuestra legalidad interna. Son tiempos también de no excluir a nadie, son tiempos de abrir más que nunca las puertas del partido.