Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 24 de enero 2011 (Quadratín).- Hace apenas dos días el secretario de seguridad pública, Marco Tulio López Escamilla presentó a la Comisión de Protección Ciudadana del Congreso Local, el plan de trabajo que la dependencia a su cargo impulsará para el presente año.
No es un tema menor el de la seguridad pública en el país y mucho menos en el estado, después de la captura de Flavio Méndez Santiago, alias El Amarillo, líder y fundador de los Zetas, en tanto nos permite analizar que su presencia en el estado también es síntoma de que había tomado la plaza como área de sus operaciones.
Por otro lado, el tema de la inseguridad pública en el estado, particularmente el aumento de los delitos del fuero común, pero principalmente los que tienen que ver con el secuestro y la extorsión sufrieron un importante incremento desde el sexenio pasado, sobre todo porque el gobierno anterior no se preocupó en invertir los recursos federales del área de la seguridad pública en la modernización de la policía estatal.
De ahí que el reto que enfrentará Marco Tulio López es mayor si observamos que en Oaxaca la policía presenta un atraso con respecto a otras corporaciones policiales, que pasan no sólo por la modernización tecnológica, sino por las herramientas básicas de trabajo, que son sus patrullas, chalecos, armamento y seguridad social.
El reto para Marco Tulio es mayor en la medida en que a pesar de que Oaxaca es un municipio de atracción turística nacional e internacional no cuenta con un C-4, el centro de comunicaciones, cómputo, control y comando que otras entidades ya han desarrollado.
Es urgente que en municipios de alta concentración urbana como la ciudad capital y la zona metropolitana, Tuxtepec, Salina Cruz, Juchitán, Ixtepec, Huajuapan de León, los polos turísticos como Huatulco y Puerto Escondido, así como las entradas y salidas cuenten con cámaras de video vigilancia que posibiliten un mejor manejo de la información sobre lo que sucede en cada municipio, pero también de la capacidad de reacción de los elementos policiacos.
Sólo para dar un ejemplo, en la ciudad de México, el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard impulsa el proyecto Bicentenario Ciudad Segura, que permitirá contar con más de ocho mil cámaras que vigilarán la ciudad repartidos en cuatro centros de control y comando; guardando las debidas proporciones, uno de los retos que Marco Tulio ha establecido y para el cual requiere del apoyo de las autoridades municipales, de empresarios y comerciantes, así como del gobierno federal es la instalación de las cámaras que coadyuvarán al auxilio de los elementos policiales y a eficientar la capacidad de reacción de los mismos.
Es importante que uno de los ejes torales presentados por el secretario en su plan de trabajo sea el encaminado a la prevención del delito, en muchas ciudades del mundo este es uno de los temas que mayor atención ocupa en la agenda pública.
En el 2009 tuve oportunidad de asistir al Seminario internacional sobre seguridad pública y cultura ciudadana que se realizó en Bogotá, con la presencia del ex alcalde y ex candidato presidencial Antanas Mockus, impulsor de la tesis de que no todo se resuelve con más policías sino con una cultura ciudadana de cumplimiento a la ley.
En dicho seminario tuve la oportunidad de presentar en mi carácter de representante del Jefe de Gobierno, Lic. Marcelo Ebrard lo que se ha venido realizando para disminuir la incidencia delictiva en la ciudad y que pasa precisamente por uno de los ejes temáticos que más ocupan al secretario de seguridad pública, la prevención del delito.
Es importante que Marco Tulio López pueda impulsar una figura que represente a la policía de Oaxaca para que sea la imagen de la institución y desde ahí acercarse a las escuelas de educación primaria, secundaria y preparatoria en una primera etapa, para llevar las pláticas, talleres y obras que representen los riesgos de incurrir en conductas tipificadas por nuestras leyes.
Los distintos sectores sociales, políticos y productivos del estado deberán tener confianza de la ruta marcada por el secretario de seguridad pública, pues está comprobado que no todo se resuelve con meter más policías a la calle.
Es cierto, una cosa es la delincuencia del fuero común y otra el de la delincuencia organizada. Ojala y pronto tengamos en Oaxaca un gabinete de gobierno y seguridad que se reúna únicamente para ver los temas relacionados con estas materias, pues no es conveniente que los funcionarios que asisten a la reunión del gabinete de los lunes se empapen de temas que no son de su interés o que puedan filtrase a los medios o a la opinión pública.
El reto es mayúsculo, pero en enhorabuena por la decisión estratégica tomada por el gobierno del estado en esta delicada y difícil tarea de la seguridad pública.