Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Oaxaca, Oax. 22 de enero 2011 (Quadratín).- Nuevamente, Soid Pastrana Vera, pintor juchiteco, nos zarandea con otro de sus atinados y venturosos lances, nada más que ahora, desde la oficialidad, desde el quehacer público; si con su peculio emprendía bonanzas de creación y fomento artísticos, bien lo sé que me publicó dos de mis libros, a partir de ahora, con mayor fundamento, tendremos, con toda seguridad, a un Soid Pastrana, desde la Regiduría de Cultura del municipio juchiteco, batiendo muy frecuentemente su bandera afanosa y sensible, por el desarrollo y difusión del arte y la cultura en el Istmo.
Inicia su función pública, recién tomó posición como concejal del periodo de gobierno municipal 2011-2013, con el pie izquierdo, es decir, de manera excelente, ¿porqué lo bueno tiene que comenzar con el pie derecho? ¿Quién se fija en los pies o con qué pie comienza el día, cuando emprende una buena obra? Inicia publicando Bicunisa (perro de agua o nutria), una revista o magacín elegante, atractivo y entretenido, que según reza en la portada, será una publicación bimestral. En la portada aparece un exquisito dibujo de Demían Flores, el contenido literario es variado con la presentación de 4 cuentos, dos poemas y un texto, sobre nuestro querido maestro Francisco Toledo, del poeta jalisciense Ernesto Lumbrera, y el contenido visual viene de Demián Flores, con fotos de Gerardo Alfaro.
Como se puede ver desde este primer número, será una revista predominantemente con temas literarios y plásticos, que desde mi gusto, o mejor dicho, desde la tradición de las históricas y excelsas revistas juchitecas Neza, Neza Cubi y Guchachi Reza, la quisiera también con temas de investigación histórica, científica y de crítica social de las culturas de la región: zapoteca, huave, zoque, mixe y chontal. El Consejo editorial tendrá que sentarse a considerar las opiniones que vayan saliendo en el camino, para hacer los ajustes convenientes, sin que la revista termine siendo una colección extraña, confusa y ridícula de textos e ilustraciones.
Bicunisa promete ser una revista seria y potente, y lo digo no porque aparezca un poema mío en este número inicial, sino porque el consejo editorial está conformado por creadores serios y responsables, por hacedores inquietos y preocupados por el arte y la cultura en la región.
¿Porqué estos nombres en la revista, que parece que se repiten interminablemente, y no otros? Porque son los que tenemos ahora, los que hacen y se deshacen en la región por producir y publicar su obra, que por cierto, trabajo nada fácil en las circunstancias actuales de pobreza económica y humana.
¿Qué hay que cambiar los nombres? ¿Qué necesitamos nombres nuevos? Estoy de acuerdo, y es mi preocupación, y la preocupación de todo aquel que se digne humano: necesitamos descubrir y apuntalar a más talentos, motivar y ayudar a los jóvenes a prepararse en el arte de su devoción para producir obras potentes, obras que dignifiquen a su persona y a su pueblo; para esto necesitamos publicar en esta revista a los jóvenes, ser tolerantes en el proceso de crecimiento de cada uno de ellos, pero no ser alcahuetes de la mediocridad, publicando a todo mundo sin discreción ni miramiento; y, para que crezcan los jóvenes y coronar o aquilatar Bicunisa es que se debe publicar a los hacedores maduros, muertos o vivos, que sirvan de espejo para que los que inician se miren en sus obras.
Enhorabuena, pues, Soid Pastrana Vera, por esta primera acción del ayuntamiento juchiteco, que abre la posibilidad de conocer a viejos y a nuevos hacedores de arte, pero también de crear y enriquecer lectores, proyecto continuamente aplazado, que necesitamos retomar y promover para que los hombres ganen y enamoren la vida con palabras y no con la herramienta dura de la violencia.
Bien lo saben (decía Eduardo Galeano, en su texto: Don Quijote de las paradojas), bien lo viven, los aporreados que todavía cometen la locura de volver al camino, una vez y otra y otra, porque siguen creyendo que el camino es un desafío que espera, y porque siguen creyendo que deshacer agravios y enderezar entuertos es un disparate que vale la pena.
Salud a Bicunisa, que sea para siempre, y no una calentura política pasajera.
Guidxi Guiequichi, Lulá, 2011
Foto: Internet