La eterna e irreconocible dualidad
Oaxaca, Oax. 20 de diciembre de 2010 (Quadratín).- Oaxaca 2010, Voces de la Transición, coordinado por el que esto escribe y Claudio Sánchez, reúne 37 artículos escritos por destacados investigadores universitarios, profesionistas de reconocida trayectoria, militantes partidistas, jóvenes creadores en el ámbito del arte y la cultura y un grupo de experimentados periodistas de medios locales.
Se incluyen también dos entrevistas: una con el gobernador electo, Gabino Cué y otra con el ex gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano.
Debieron también aparecer otras dos entrevistas, una con el gobernador Ulises Ruiz Ortíz, y otra con el ex candidato del PRI a la gubernatura, Eviel Pérez Magaña. A éste último se le hicieron llegar con oportunidad los cuestionarios de ambas entrevistas pero la respuesta fue el silencio.
Para facilitar su presentación y lectura, el libro se dividió en nueve capítulos temáticos: ¿Todo tiempo pasado fue mejor? ; Las elecciones de la alternancia; Economía y gobierno; Medios en campaña; Educación: aproximaciones y reintegros; Cultura y naturaleza; Ciudad quebrada, Mirando el futuro y un capítulo de Entrevistas.
En el artículo PRI: medio siglo de unidad, disputas y rupturas, que abre el capítulo uno, me ocupo de reseñar y analizar los procesos de sucesión de gobernador a partir de 1946- año del nacimiento del PRI- así como explicar las causas que dan origen a las disputas y rupturas de la clase política oaxaqueña hasta culminar con la derrota del PRI en las elecciones concurrentes del año 2010.
Por su parte, David López hace una breve revisión de la evolución del sistema electoral y el sistema de partidos en Oaxaca a partir de 1980, demostrando que la pluralización del congreso local y la gradual pérdida de hegemonía del PRI se explica sobre todo por las reformas al sistema electoral más que por la competitividad de los partidos de oposición.
En seguida Gabriel Quintas Castellanos ofrece su testimonio periodístico sobre el movimiento protagonizado por comerciantes y sectores populares de Oaxaca en 1952 para luchar por la renuncia del gobernador Manuel Mayoral Heredia.
Por último, Cuauhtémoc Blas López, al hacer un balance crítico de los municipios de Oaxaca, opina que los ayuntamientos, en el contexto de un gobierno de transición, deben dejar de ser consideradas como simples mercancías y transformarse en instituciones al servicio de la sociedad.
El capítulo II, Las elecciones de la alternancia, recoge el testimonio y análisis de Víctor Raúl Martínez Vásquez, Clemente de Jesús López, Rosy Ramales, Adrián Ortiz Romero, Saulo Chávez, Juan Pérez Audelo, Víctor Leonel Juan Martínez y Fausto Díaz Montes, sobre el posicionamiento de candidatos, partidos y órganos electorales en las elecciones concurrentes del 2010.
En el capítulo III, Economía y gobierno, dos textos dan cuenta precisa del estado que guardan las finanzas públicas en Oaxaca y las oportunidades que tiene la entidad para mejorar su comercio exterior. Con datos duros y fuentes de primera mano, David Colmenares Páramo demuestra en su artículo que nuestra entidad se encuentra en los últimos lugares en competitividad, con finanzas públicas sin margen de acción y una creciente deuda pública. Otro déficit en la economía oaxaqueña también lo constituye el comercio exterior, tema en donde Carlos Fausto Díaz García observa grandes oportunidades a condición de innovar métodos y sistemas y aprovechar nuestros recursos naturales.
En Medios en campaña (capítulo IV), Humberto Cruz Matías y María Magdalena López Rocha se encargan de analizar el papel jugado por los medios radiofónicos y escritos en el proceso electoral. Como actor y observador del periodismo radiofónico, Cruz Matías explica las limitaciones legales y de facto que redujeron el derecho a la información y la libertad de expresión ciudadana, mientras que María Magdalena López Rocha analiza el contenido de la información electoral de los diarios El Imparcial y Noticias.
En el mismo capítulo, Luis Ignacio Velásquez ofrece su testimonio sobre el acoso oficial iniciado en contra del diario Noticias en noviembre del 2004 y que se agudizó en junio del 2005 con el estallamiento de una huelga de la CROC, todo ello en el contexto de las represalias ejercidas por el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz en contra de éste diario por su apoyo a la campaña electoral del opositor Gabino Cué Monteagudo.
Pedro Matías Arrazola hace un recuento de sus experiencias como reportero a lo largo de cuatro sexenios y, en el horizonte del nuevo sexenio, Guadalupe Thomas reflexiona sobre las viejas relaciones prensa-gobierno y los retos del gobierno de Gabino Cué para transparentar esa relación y modificar las reglas escritas y no escritas con los medios de información.
Educación: aproximaciones y reintegros, tema del capítulo V integra colaboraciones de Javier Sánchez Pereira, Samael Hernández y Porfirio Santibáñez Orozco. El primero analiza el pasado inmediato y el presente de la educación básica y de las difíciles relaciones político-institucionales entre la sección 22 del SNTE y el gobierno del estado. Y poniendo el acento en los usos y costumbres sindicales, Samuel Hernández pasa revista al federalismo educativo y a los problemas a los que se podría enfrentar el gobierno de Gabino Cué en el contexto de las demandas gremiales y
políticas del movimiento magisterial, así como del compromiso que este último tendrá que asumir para contribuir a superar el rezago educativo de Oaxaca.
En el terreno de la educación superior, Porfirio Santibáñez abre un debate necesario sobre la UABJO asumiendo que la postración en la que hoy se encuentra es resultado de un complejo proceso iniciado en la década de los setentas y del que han sido corresponsables el gobierno federal, el gobierno del estado y los propios universitarios.
Cultura y naturaleza, da cuerpo al capítulo VI en donde, por principio, la realidad y la imaginación se funden en las plumas de Saúl Hernández y Luis Hampshire para reflexionar en voz alta sobre el patrimonio cultural y la necesidad de formar públicos críticos y exigentes, sin descuidar el análisis sobre el arte contemporáneo . De oficio historiador, Carlos Sánchez Silva decide probar suerte en la literatura política para darle voz a Don Perpetuo y Doña Alternancia, en un interesante diálogo zocalero que ambos personajes sostienen para analizar el relevo gubernamental.
Para no quedarse atrás, Anselmo Arellanes recurre a la anécdota para revelar los pormenores de una charla sostenida entre socios del desaparecido PROAX con el gobernador Ulises Ruiz y la visión autocrática de este último sobre la realidad oaxaqueña.
Agraviada por propios y extraños, la ciudad de Oaxaca tiene su propio espacio de reflexión en el capítulo VII (Ciudad Quebrada) a través de un artículo colectivo de Andrea Amador, Jaime Segura y Gerardo Sánchez Pereyra y de los trabajos de Prometeo Sánchez Islas, Alejandro Calvo y Francisco Verástegui.
Los últimos cinco artículos del libro, que integran el capítulo VIII (Mirando el futuro), están dedicados a analizar el futuro inmediato de Oaxaca en lo político, lo social y en materia de medio ambiente.
Juan José Consejo, al considerar que los momentos de transición política son también oportunidades para valorar otros temas de interés colectivo, invita a repensar nuestra moderna relación con el agua y buscar opciones integrales y participativas para su aprovechamiento.
La crisis socioambiental que se vive a nivel mundial también ya alcanzó a Oaxaca sostiene Marco Antonio Vásquez Dávila, al comentar que la problemática no solamente se expresa en la deforestación, erosión, desastres naturales y tráfico de especies silvestres, sino también en una política ambiental centralizada y en la descoordinación entre las dependencias gubernamentales.
La alternancia política es también oportunidad personal para expresar deseos de cambio y valorar las posibilidades de insertar a Oaxaca en la globalización, escribe Ignacio Pareja Amador, quién recomienda al nuevo gobierno hacer suyos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), documento programático suscrito en el año 2000 por 189 países, entre ellos México, para abatir problemas relacionados con la pobreza y la educación y promover la equidad de género, entre otros puntos.
Académico y militante del PRD, Raúl Toledo Dehesa, emplaza a su partido a contribuir a la gobernabilidad de Oaxaca y a impulsar el cambio democrático al lado del nuevo gobierno.
Cierra este penúltimo capítulo Benjamín Maldonado, quien sugiere que el gobierno de Gabino Cué necesita darle un nuevo sentido a la circulación de la democracia apoyado en caminos ya construidos por las organizaciones sociales que entre 1980 y 2010 sentaron las bases para el cambio político logrado por la vía electoral el 4 de julio.
El último capítulo de Oaxaca 2010, Voces de la Transición incluye, como ya lo anticipamos, dos entrevistas, una con el gobernador Gabino Cué y otra con el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.
Oaxaca 2010, Voces de la Transición, no es solamente la continuación de una historia que se empezó a escribir y recrear en el 2004 sino la síntesis de experiencias, saberes y reflexiones críticas de un grupo de oaxaqueños comprometidos con su quehacer profesional, pero también convencidos de que todavía hay que recorrer un largo camino para tener el Oaxaca que todos soñamos: un estado sin violencia y pobreza, con leyes justas y bienestar social, medios de información objetivos y críticos, gobernantes y funcionarios eficaces, tolerantes y honestos, instituciones respetables y con credibilidad, poderes fácticos sometidos al imperio de la ley y una sociedad empoderada y respetuosa de los derechos de terceros.
Es una buena señal que a menos de quince días del inicio de su gestión el gobernador Gabino Cué haya refrendado sus compromisos de campaña para democratizar la vida política de Oaxaca al promover iniciativas de ley para un nuevo arreglo institucional, pero éstos avances pueden ser socavados o resultar insuficientes si en el ejercicio de la función pública y legislativa persisten el amiguismo, la corrupción, la ineficacia, las complicidades y los grandes rezagos en materia educativa y social.
Ni regresión autoritaria ni simulación democrática: tal podría ser el desafío que los nuevos tiempos le imponen a Oaxaca. Y por eso mismo debemos seguir reivindicando y dándole valor y dignidad a la palabra escrita: para defender el triunfo del 4 de julio, para seguir observando y analizando nuestro entorno con ojos críticos y espíritu republicano, para evitar que se repitan los vicios del pasado y que los responsables del saqueo a las arcas públicas queden impunes, pero sobre todo para defender nuestro futuro, nuestro patrimonio, nuestras familias y nuestro derecho a pensar y escribir con libertad y compromiso social.
Sólo me resta agradecer la disposición e interés de Claudio Sánchez y Marta Vila para patrocinar ésta publicación y, por supuesto, la entusiasta y no menos desinteresada colaboración de nuestros amigos y colegas periodistas, investigadores, militantes partidistas y los jóvenes artistas que participaron en este primer esfuerzo colectivo para recuperar una parte sustancial de la historia contemporánea de Oaxaca.
Esperemos que de su lectura se desprendan conclusiones y recomendaciones que alienten iniciativas y proyectos orientados a enriquecer el quehacer público y a promover esfuerzos de este tipo en diversos ámbitos de la sociedad civil.