¿El aprendiz de la Tercera Guerra Mundial?
Oaxca, Oax. 4 de octubre de 2010 (Quadratín).- La mortalidad por cáncer de mama en México ha ido aumentando en los últimos años, convirtiéndose en la primera causa de muerte por tumores malignos en la población femenina.
Este padecimiento suele asociarse mayormente a mujeres que habitan en zonas urbanas, sin embargo, la incidencia de esta enfermedad está aumentando en comunidades rurales y en población indígena, lo más grave es que en su mayoría son detectadas en etapas avanzadas, disminuyendo enormemente las posibilidades de lograr la curación.
La detección tardía se ha relacionado a una pobre conducta preventiva; en nuestro país se han diseñado campañas educativas y de prevención para que se practique la autoexploración mamaria y se acuda a estudios diagnósticos como la mastografía en mujeres mayores de 40 años, con el fin de diagnosticar en etapas tempranas, a pesar de estos esfuerzos numeralia (2009) reporta que en el año 2002 el IMSS reflejó que sólo el 12.7 por ciento de los casos fueron detectados en etapa I, cuando en países desarrollados se detectan en esta etapa alrededor de la mitad de los casos.
En respuesta a esta problemática en conjunto con CEPREC Centro de Estudios y Prevención del Cáncer nos propusimos identificar las barreras principales que dificultan la participación en campañas de prevención y el nivel de conocimiento e información en torno al cáncer de mama en las mujeres, con el objetivo de mejorar los programas preventivos.
La investigación se realizó en el año 2008 en la región del Istmo de Tehuantepec entrevistando a 838 mujeres (mediana de edad 40 años, rango: 15-85) en su mayoría indígenas zapotecas que acudieron a las instalaciones de CEPREC así como a sus clínicas ambulatorias, dónde se evaluaron factores socio-demográficos y el nivel de conocimiento e información en relación al cáncer de mama, incluyendo factores de riesgo, signos y síntomas de la enfermedad, mastografía, autoexploración mamaria y percepción de riesgo, es decir qué tan vulnerables se sienten para
desarrollar un cáncer de mama. Los resultados indican que 72 (9 por ciento) son analfabetas, 721 (86 por ciento) no cuentan con seguridad social, 771 (92 por ciento) habían
escuchado hablar del cáncer de mama, las principales fuentes de
información fueron los médicos y enfermeras y los medios (radio, prensa y
televisión) 270 (32 por ciento) y 214 (26 por ciento) respectivamente; 285 (34 por ciento) mujeres
están informadas acerca de los factores de riesgo, 460 (55%) reconoció
como el signo más común presentar una tumoración en el seno, 104 (12%)
practica la autoexploración mamaria mensualmente, 441 (53 por ciento) identificó la
mastografía como el método más confiable para detectar la presencia de
cáncer de mama, sin embargo sólo 79 (18 por ciento) mujeres ≥ 40 años reportaron
haberse efectuado este estudio, de éstas, 364 (82 por ciento) reportó no habérselo
realizado principalmente por factores económicos, dificultades en el acceso
al estudio y por ausencia de síntomas, 527 (63 por ciento) no perciben el cáncer de
mama como una enfermedad que puedan desarrollar.
La falta de seguridad social, bajo nivel educativo, factores económicos, dificultades en el acceso a la mastografía y la baja percepción de riesgo, son las principales barreras que dificultan la participación de estas mujeres en los programas preventivos; factores que hay que considerar para mejorar las campañas. Por otro lado se identificó que en esta población rural e indígena existe desinformación en relación al cáncer de mama, a pesar de que casi la totalidad de ellas habían escuchado hablar de esta enfermedad, gran porcentaje desconocía factores de riesgo, signos y síntomas, además de sentirse ajenas a desarrollar esta enfermedad y tener baja conducta
preventiva; lo que muestra que el mensaje no está llegando del todo claro a las mujeres, hay un evidente problema en la transmisión de la información o en la recepción; futuras investigaciones podrían estudiar este punto así como barreras culturales que lo estén originando como concepción de la enfermedad, cosmovisión, lengua, diferencias culturales, religión; con el fin de mejorar las campañas preventivas de cáncer de mama y aumentar la participación de estas mujeres en conductas de prevención.