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Oaxaca, Oax. 24 de agosto 2010 (Quadratín).- Sustituir la cadera o la rodilla son dos opciones quirúrgicas que brinda el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a pacientes con destrucción de la superficies articulares, ocasionadas, principalmente, por osteoartrosis, enfermedad articular degenerativa y artritis reumatoide; la finalidad es disminuir el dolor y conservar parte del funcionamiento y movilidad de estas articulaciones.
Las prótesis que se ocupan en ambas intervenciones quirúrgicas, dijo Jesús Pérez Correa, jefe del Servicio de Remplazos Articulares del Hospital de Ortopedia Doctor Victorio de la Fuente Narváez del IMSS, son de la mayor calidad.
El ortopedista destacó además que en dicho nosocomio se practican al mes hasta 130 cirugías de este tipo, en las que participa un equipo médico integrado por cirujanos, anestesiólogos y enfermeras especializadas.
La sustitución de cadera y rodilla es una cirugía que generalmente se practica en personas después de la sexta década de vida; sin embargo, actualmente se interviene a pacientes más jóvenes, debido a las enfermedades reumáticas y a las secuelas de atropellamientos, actividad física excesiva, lesiones deportivas y laborales, mismas que desgastan cartílagos, meniscos y ligamentos.
Además, Pérez Correa comentó que la osteoartrosis es una enfermedad que genera desgaste en esas coyunturas, y que el factor desencadenante es la obesidad en la población mexicana, principalmente.
Con la sobrecarga del peso que soportan cadera y rodillas, también se incrementa la presión sobre las articulaciones, hay destrucción progresiva del cartílago, lo que genera que la función del tejido se pierda y comience a rozar hueso contra hueso, produciendo dolor intenso y deformidad, aseguró.
Para que un paciente sea candidato a una intervención quirúrgica tan compleja, deben realizarse una serie de estudios de laboratorio e imageneología, además de la historia clínica para obtener diagnóstico; asimismo, es importante que previo a la cirugía, se otorgue una orientación al paciente para que conozca todo lo que implica la sustitución de la articulación.
Con un programa de rehabilitación completo, los pacientes pueden reintegrarse a sus actividades cotidianas entre uno y tres meses, en promedio. Los ejercicios que se enseñan al paciente deben realizarse toda la vida, para que mejoren la calidad y funcionamiento de su nueva articulación.
Finalmente, Jesús Pérez Correa recomendó a la población en general practicar ejercicio, utilizar calzado adecuado a cada actividad y prevenir el sobrepeso u obesidad, para evitar que las articulaciones, como la de cadera y rodilla, se desgasten a edades tempranas.