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Oaxaca, Oax. 24 de agosto 2010 (Quadratín).- Con la aplicación de un estimulador cerebral profundo, que aplica descargas eléctricas para activar la producción de dopamina, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda un procedimiento eficaz para restablecer la salud de pacientes con Mal de Parkinson, al disminuir las manifestaciones de temblor o rigidez que causan el desbalance en los circuitos del cerebro.
Cada año, en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI son intervenidos 60 pacientes, a quienes se les coloca el neuroestimulador, mismo que permite normalizar las funciones del cerebro, ciertos núcleos se inhiben y otros se excitan, y restaurar la producción de dopamina (sustancia neurotransmisora), principal problema de la enfermedad, informó Gerardo Guinto Balanzar, jefe del Servicio de Neurocirugía de ese nosocomio.
Destacó que los especialistas del Instituto han hecho innovaciones en esta terapia de control para pacientes con Parkinson, que afecta a más de 40 mil personas en México, cuyo éxito es notable tanto en mejoría de síntomas como en reducción de medicamentos; inclusive, algunos pacientes pueden reincorporarse a su trabajo y tener una vida autosuficiente.
Explicó que para colocar el estimulador cerebral, se hace valoración clínica y estudios de resonancia magnética a los afectados; posteriormente, el equipo de neurocirujanos, neurólogos, neurofisiólogos, psicólogos y anestesiólogos analiza cada caso y determina si el paciente es candidato a tratamiento de estimulación eléctrica.
Guinto Balanzar dijo que el procedimiento se realiza con anestesia local; durante la cirugía (aproximadamente tres horas) el paciente está despierto, ya que es importante valorarlo al momento en que el electrodo llega al sitio indicado. Se hace una descarga de prueba e inmediatamente se ve cómo mejoran las manifestaciones de temblor y rigidez.
Añadió que con un método computarizado se ubica con precisión el núcleo, objetivo para instalar el electrodo (hilo metálico que va desde el cráneo al centro seleccionado). Este electrodo va conectado a un alambre de conducción que pasa por debajo de la piel, hasta la región de la clavícula, puntualizó.
El neurocirujano del IMSS dijo que también por debajo de la piel se coloca el generador, una batería con una vida media de cuatro a cinco años que genera micro descargas eléctricas para estimular el centro afectado (por baja en la producción de dopamina) y que se eligió como blanco para reactivarlo.
Finalmente, Guinto Balanzar dijo que el control posterior a la cirugía es mediante citas programadas para ajustar el voltaje del generador o cambiar éste una vez que termina su vida útil.
Los derechohabientes con Mal de Parkinson reciben tratamiento en el IMSS desde hace 15 años. Primero se brindó trasplante de tejido suprarrenal, y desde 1999 la alternativa es el neuroestimulador, cuya funcionalidad permite modificar el voltaje del generador a través de un magneto especial y adecuarlo según la evolución del paciente.