Avanzamos a una reforma judicial ágil, eficaz y humanista: Nino Morales
Oaxaca, Oax. 21 de agosto 2010 (Quadratín).- La falta de coordinación de la federación con el resto de los poderes, así como la errada estrategia para combatir al narcotráfico y el poco liderazgo mostrado por el presidente Felipe Calderón, demuestran que en México se tiene un Estado fallido, repercutiendo en Oaxaca, consideró el profesor e investigador del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), Anselmo Arellanes Meixueiro.
Las más de 28 mil muertes relacionadas al crimen organizado que se han registrado durante el actual sexenio, podrían crear la perspectiva hacia el exterior de que en nuestro país se está desarrollando una guerra civil, pero en términos reales es una lucha de grupos por el control del Estado, ya que el narcotráfico es un subpoder dentro del mismo Estado, precisó.
En entrevista para Quadratín, el investigador del ITO indicó que la única realidad que vivimos en la actualidad son las muertes, la corrupción, lavado de dinero, control de capitales y un sometimiento del gobierno hacia el mismo narco con las fuerzas policiales.
Arrellanes también señaló que este fenómeno de descomposición social se ha enquistado en la entidad y, a casi tres meses de que concluya su mandato Ulises Ruiz Ortiz, Oaxaca atravesará por un período de tensión que podría agudizarse, porque no sabemos de lo que sería capaz de hacer un grupo de perdedores, quienes podrían generar algunos conflictos serios, dijo.
En este sentido, el también coautor del libro La Revolución en Oaxaca 1900-1930, advirtió que la falta de voluntad mostrada por parte de la administración ulisista para iniciar los trámites de entrega-recepción con la nueva administración, está generando un repudio por parte de los ciudadanos, lo que propiciaría un nuevo descontento porselectoral, además de no descartar otro tipo de acciones que pudieran convulsionar al estado.
Asimismo, adelantó que el incremento de acciones de presión por parte de grupos sociales relacionados principalmente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), buscan generar nuevos compromisos y acuerdos, independientemente de los históricos conflictos agrarios y la relación que se establezca con el magisterio oaxaqueño.
Para la nueva administración creo que hay un sentimiento de esperanza, y el cambio se dio porque así los queríamos, sin embargo, esa esperanza es para que las cosas no sigan iguales.
El período actual no creo que cambie mucho, salvo que ocurra algo provocado por algunas personas en el poder, pero eso sería una falta de tacto e inteligencia, porque de alguna manera u otra se estaría echando puntos negativos para el 2010, indicó.