Reconoció Sheinbaum a la judicatura por ordenar labores en los juzgados
Oaxaca, Oax. 02 de agosto de 2010 (Quadratín).-Sociedad y gobierno deben avanzar en la construcción de un marco legal, sólido y efectivo, que ofrezca mayores garantías al trabajo periodístico y proteja a los comunicadores de eventuales ataques a su integridad y a su derecho de informar, afirmó el gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo.
En entrevista, refirió que el reciente secuestro y posterior liberación de cuatro periodistas en el estado de Durango nos recuerda una vez más el estado de vulnerabilidad en que realizan su tarea hombres y mujeres que representan un enlace fundamental entre sociedad y gobierno.
Agregó que este condenable hecho es una cuenta negra que, desafortunadamente, se suma a la muerte o desaparición de diez trabajadores de la comunicación en nuestro país, en lo que va del año.
La sociedad debe condenar con energía cualquier hecho que atente contra un medio de comunicación o periodista, y que vulnere el ejercicio de esta profesión, añadió Cué al reconocer que no podríamos entender los cambios de la sociedad sin la participación de la prensa.
Por ello, planteó enfático, que el Estado tiene la responsabilidad de garantizarles su seguridad porque el periodismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo.
El mandatario electo recordó que el pasado siete de junio firmó ante la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), el compromiso de apoyar la libre expresión de los medios y periodistas, y proteger el pleno desenvolvimiento de la prensa escrita, oral, audiovisual y digital.
En este tenor, Gabino Cué recordó que hasta la fecha la Procuraduría General de Justicia del Estado no ha cumplido con su deber de castigar a los culpables de la agresión sufrida por la periodista Ixtli Martínez, el pasado 10 de junio en instalaciones universitarias.
Aprovechó la ocasión para solidarizarse con reporteros de medios nacionales y locales y sus familiares que en fechas recientes han sufrido amenazas, agresiones y muerte, producto de la ola delincuencial que azota al país.