Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 24 de julio de 2010 (Quadratín).- Los excesos cometidos por algunos grupos en el ejercicio público en las últimas administraciones produjeron un hartazgo en la comunidad oaxaqueña, la política hoy en día no puede hacerse con pura demagogia, clientelismo o corporativismo, se convence a la sociedad a través de acciones claras, contundentes, direccionadas a beneficiar a todos los sectores de la población, municipios y distritos.
No se puede generar desarrollo en unos cuantos municipios y no priorizar comunidades que carecen de servicios indispensables y que están en extrema pobreza; los programas de gobierno deben hacerse pensando en llevar el desarrollo y progreso a todos los oaxaqueños y oaxaqueñas, campesinos, indígenas, mujeres, niños, estudiantes, comerciantes formales e informales, artesanos, profesionistas, industriales, periodistas, gente de la tercera edad.
Será un reto para la administración entrante evitar sociedades polarizadas al máximo y lograr un gobierno incluyente, capaz de hacer una inversión importante en capital humano, es fundamental elevar la calidad de educación en todos los niveles, Oaxaca, no puede seguir rezagándose más tiempo, la sociedad ya no lo resiste.
Es necesario cambiar la relación del Estado con la Universidad Autónoma Benito Juárez, que la prioridad no sea tomar a este centro de estudios como herramienta política, cuando tiene áreas importantes de investigación y posgrados que podrían ser más y mejor explotadas y que debería fortalecer el gobierno con mayor compromiso, a través del subsidio que otorga con el objetivo de formar cuadros mejor capacitados que en el futuro estén al frente de las instituciones de gobierno y en la iniciativa privada dentro y fuera de Oaxaca.
Es muy importantes que sectores que sostienen nuestra Economía cuenten con un tipo de seguridad social como es el caso de todos los artesanos, lo mismo los dedicados a la orfebrería, que a la fabricación de textiles y barro negro, ¿Qué pasa cuando estos trabajadores sufren alguna enfermedad que les produce invalidez permanente y los incapacita para seguir laborando?, ¿de que subsisten posteriormente?, en la mayoría de los casos, muchos ni siquiera cuentan con un seguro popular, quedan desamparados porque no hay una pensión o apoyo económico para su sobrevivencia que les brinde el gobierno.
Oaxaca es esencialmente cultural, tiene como principal fuente de ingresos la comercialización de las artesanías y el turismo, no es posible ni justo que estén sin protección social, los artesanos, que son una fuente de trabajo básica en el Estado.
Existen otros sectores como el campesino que en la actualidad están descobijados, el efecto de la ley antimigrante en Arizona, traerá como consecuencia la deportación de muchos paisanos, que en su gran mayoría se dedicaban al campo antes de emigrar, será necesario una estrategia para el fortalecimiento y empleo de este gremio con la finalidad de que en el futuro ante la falta de oportunidades no ingresen al servicio del narco.
Las confederaciones campesinas no deben verse sólo como instrumentos políticos, hay que apoyar y cubrir las demandas de la clase agraria que labora en el campo y que durante mucho tiempo ha sido de las más explotadas y poco favorecida, porque muchas veces los créditos a la producción que se llegan a obtener a través de los acuerdos generados con el gobierno no tienen como destino a los más necesitados se quedan en manos de unos cuantos líderes.
Oaxaca necesita fortalecer la autonomía de todos sus municipios y la dignidad de todos los oaxaqueños generando empleo, trabajo, educación de calidad, seguridad alimentaria, social y pública, cultura del derecho, la legalidad, transparencia y sobre todo con una distribución equitativa de la riqueza.
Un gobierno democrático es un gobierno que brinda seguridad humana. Los oaxaqueños necesitamos gobiernos comprometidos con la sociedad en general no que privilegien los intereses de unos cuantos y que solapen la corrupción y la injusticia social.