Llora, el país amado…
Oaxaca, Oax. 23 de julio de 2010 (Quadratín).- El cáncer en Oaxaca es uno de los más graves problemas de salud pública, por el alto índice de incidencia y mortalidad, sobre todo, en las mujeres. Como profesional en la atención de este padecimiento, considero necesario que la población cuente con información útil, por lo cual a través de este espacio se abordarán diversas aristas de la problemática en mención. Con esta serie de artículos pretendemos generar conciencia del impacto social que implica una enfermedad como el cáncer.
Muchas gracias.
**Cuando el médico me dijo que tenía cáncer, sólo pensé en que iba a morir y de lo único que me acuerdo es que todo lo veía de color negro Testimonio de un paciente con cáncer.**
El hecho de recibir la noticia de un diagnóstico de cáncer suele cambiar radicalmente la vida de las personas, generando respuestas emocionales intensas tanto en él que tiene la enfermedad cómo en su entorno social y familiar.
El cáncer es una enfermedad rodeada de mitos y desinformación que se asocia muchas veces con dolor, sufrimiento, pérdidas y muerte. Se han identificado 6 miedos particulares en el cáncer , el miedo a morir, al dolor, a no poder completar objetivos, al dejar de ser independiente, a que los seres cercanos se alejen y a los cambios físicos resultado de los tratamientos y de la misma enfermedad.
La parte emocional de los pacientes con cáncer es generalmente desatendida; el ser humano es un ser biopsicosocial-espiritual, lo que indica que no sólo nos conformamos por el aspecto físico sino también por tres esferas más, la social, la psicológica y la espiritual; cuándo una enfermedad cómo el cáncer irrumpe en la persona es evidente que todas estas partes se verán de alguna manera afectadas haciendo necesaria su atención para lograr un mayor bienestar en el individuo.
La Psico-Oncología es la especialidad que se encarga de atender las respuestas emocionales que genera el cáncer apoyando y brindando estrategias tanto a la persona como a la familia para mejorar su calidad de vida, una mejor adherencia a los tratamientos y lograr una mejor adaptación a lo largo de todo el proceso de la enfermedad.
Muchas veces la persona sospecha tener un cáncer o incluso en varios casos no asiste a sus pruebas diagnósticas de rutina, por miedo a que el médico le reafirme su temor, sin embargo es de vital importancia romper esa primera barrera, haciendo énfasis a que entre más rápido se detecte la enfermedad, más posibilidades existen de lograr la curación. El ir acompañado con un familiar o amigo puede facilitar ese primer paso, así como informarse con gente especializada en qué consisten las pruebas; el tener información previa del procedimiento disminuye la incertidumbre y la ansiedad.
Cuándo una persona es diagnosticada de cáncer los primeros días suelen ser los más difíciles viviendo la noticia con altos niveles de ansiedad y tristeza. El hecho de reconocer y entender estas emociones como normales puede ayudar mucho en su manejo.
Como primera respuesta está la negación no es cierto, no puede ser la cual es un mecanismo de defensa natural en el ser humano cuándo no se siente listo psíquica y emocionalmente para enfrentar una noticia como esa. Seguido a esto, viene un periodo de confusión, miedo, ansiedad, tristeza, temor ante los tratamientos, incertidumbre, enojo; lo que suele bajar de intensidad con el paso del tiempo.
¿Qué puede ayudar? Es fundamental entablar una relación de confianza con su médico, preguntar y disolver todas sus dudas en cuánto a la enfermedad y los tratamientos, rodearse de sus seres queridos, hablar de la enfermedad y de sus temores, no aislarse, recibir apoyo psicológico tanto individual como de grupo, entrenarse en técnicas de relajación como la meditación, respiración, yoga, practicar ejercicio (siempre y cuando el médico lo autorice), expresión de emociones; encontrar su manera más eficaz de enfrentar los problemas, generalmente, la forma en que lo ha hecho en el pasado suele funcionar, trate de ver a la enfermedad como un problema que se está resolviendo.
Además, en la actualidad hay varias posibilidades de tratamiento y control de la enfermedad, la ciencia médica ha avanzado mucho por lo que no hay que pensar ya no hay nada qué hacer hay que intentar ser positivo ante la vida y sentirse capaz de enfrentarse a la situación.
* La autora es psico-oncóloga graduada en la Universidad Complutense de Madrid, miembro de la Asociación Americana de Oncología y ejerce actualmente su profesión en la ciudad de Oaxaca
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