Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
Oaxaca, Oax. 9 de julio de 2010 (Quadratín).- Durante la hegemonía del priato la división de poderes sólo fue un mito, una fachada democrática pues en realidad todo el poder estuvo (y sigue) concentrado en el gobernador del estado.
En Oaxaca como en buena parte del país no existe división e independencia entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial sino una total subordinación de los dos primeros al jefe del poder ejecutivo.
Y bajo ese esquema todas las iniciativas de ley e integración de la estructura política y organizacional de la Cámara de Diputados pasan necesariamente por el visto bueno del gobernador en turno.
Hoy, con la alternancia, esto debe acabarse para dar paso a un nuevo modelo de ejercicio del poder en donde, por principio, en el ámbito organizacional, se establezcan los arreglos políticos y mecanismos institucionales para que la nueva legislatura goce de autonomía para elegir a su Mesa Directiva y, sobre todo, al Presidente de la Gran Comisión, figura que por ley asume el liderazgo de todos los diputados.
En los añejos usos y costumbres del priísmo quien ha decidido el nombre del Presidente de esta Gran Comisión ha sido el gobernador del estado, pero ahora todo indica que no será así . Fiel a su ofrecimiento de pugnar por la división de poderes,
Gabino Cué Monteagudo (quien podrá ser llamado gobernador electo hasta este domingo 11, cuando reciba su constancia de mayoría) ha abierto un espacio de diálogo con los partidos que integraron la CUPP y con sus legisladores electos para que del mismo surja el nombre del candidato a diputado líder que luego tendría que ser cabildeado con sus homólogos del PRI, ahora como partido opositor.
Es un hecho que si los legisladores del PAN, PRD, PT y PC se mantienen como un bloque legislativo asegurarían una mayoría holgada en la próxima legislatura con lo cual facilitarían ampliamente el procesamiento de las iniciativas de ley que proponga el nuevo jefe del poder ejecutivo. Todo indica que así será y que por ahora lo que está provocando cierto ruido, sobre todo en las filas de los legisladores electos del PRD, es el desacuerdo que existe entre algunos sobre el procedimiento a seguir para elegir a su candidato para presidir la Gran Comisión.
La Ley Orgánica del Poder Legislativo no distingue entre diputados de mayoría relativa y de representación proporcional para efectos de sus derechos y obligaciones por lo que no tendría ningún sustento legal pretender que quien los lideree sea necesariamente un diputado de mayoría relativa.
Por lo demás, lo que no debe pasarse por alto es que la mayoría de los candidatos de la CUPP que resultaron ganadores se vieron favorecidos por el voto ciudadano no por su popularidad o la calidad de sus campañas, porque algunos ni a eso llegaron, sino por el efecto tsunami que provocó la candidatura de Gabino Cué.
Sin embargo, es evidente que para una decisión tan importante como la que se comenta, que significa nada menos que elegir a la cabeza del poder legislativo, los niveles de representatividad electoral y partidista; liderazgo político, experiencia legislativa, formación profesional e interlocución con la oposición y con otros niveles de gobierno, serán factores que tendrán un peso fundamental.
Por eso es que quien se perfila como candidato natural para ocupar tal cargo es el expresidente del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho. Con una amplia carrera política y administrativa que se inició desde fines de la década de los sesenta, el diputado electo bajo el registro del PAN tiene todo por delante para que no solamente sus compañeros legisladores del PAN, PRD, PT y PC le otorguen su voto de confianza sino también un sector de diputados del PRI que, pese a su todo, no dejan de reconocerle trayectoria y capacidad para figurar como Presidente de la Gran Comisión de la LXI Legislatura local.
HABLA ULISES.
Reunido con legisladores locales y federales las expresiones de URO sonrojaron a más de un oído casto: ¡Nos metieron toda la reata y ahora sólo nos queda movernos! Dijo ser el único responsable de la derrota del PRI en Oaxaca, pero no faltaron los faquires que se tiraron al suelo para compartir culpas y pecados. No hermanito, no Ulises, también nosotros asumimos nuestra responsabilidad, expresaron lacónicos y al punto del llanto Jorge Gonzales Illescas, Amaro Cancino y Elpidio Concha.
Sesión breve, tensa, de caras largas que fue aplacada cuando nuevamente el gobernador los llamó a ponerse a trabajar y no dejar sola a la militancia.
A estos cabrones les vamos a prestar un sexenio la pelota porque para el 2016 regresaremos, profetizó.
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