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Ejutla de Crespo, Oax., 28 de mayo de 2010 (Quadratín).- De todas las edades, de las veintidós agencias ejutecas, vienen, llegan, emocionados, como quien llega a una celebración, y a eso precisamente se acercan, a la fiesta para recibir al abanderado de la Coalición por la Paz y el Progreso, a Gabino Cué, al seguro ganador de las próximas elecciones del 4 de julio.
Aquí las mujeres inauguran una porra ¡Gabino, mi amor, serás gobernador!; las familias se acomodan bajo el gigantesco manteado que resguarda el entusiasmo de las más de cinco mil gentes que ya ensayan sus aplausos, ensayan la alegría que se acerca, el nuevo Oaxaca que asoma detrás del voto ciudadano. Rojo de entusiasmo Leo Díaz, uno de los organizadores y tirador a la presidencia municipal; Marlene Aldeco y Raúl Bolaños, flanquean al candidato.
Santiago Creel, el Senador panista que vino a sumarse al júbilo oaxaqueño, afirma que Oaxaca requiere ya de un gobierno honesto, realmente comprometido con su gente, que rinda cuentas, que deseche la miseria y la injusticia que campean por el estado, y ése es el gobierno que habrá de encabezar Gabino Cué. El ánimo de la multitud estalla en aplausos incontenibles.
Creo sigue el Senador- en el gobierno que se va a forjar con los cuatro partidos que apoyan a Gabino, el mejor candidato de Oaxaca, el que va a inaugurar una mejor manera de conducir el destino del estado. ¡Gabino no sólo trae con qué, sus propuestas; también trae con quién, que son ustedes, los oaxaqueños y oaxaqueñas que lo van a llevar al palacio de gobierno! El ánimo popular incendia aún más la tarde ejuteca.
Venidas de la Arrogante, la Escalera, Barranca larga, Hacienda vieja, La lobera, y otras diecisiete comunidades, las miles de expectantes miradas siguen los pasos de Gabino cuando ingresa al lugar, siguen las palabras de aliento, los compromisos, la mano de amigo que extiende su solidaridad, el corazón de un hombre que no duda en decir: ¡No los voy a traicionar! ¡No voy a defraudar la confianza que ustedes han depositado en mí!
La cohetería extiende su júbilo, los aplausos se tornan interminables, las dianas que entona la banda de viento prorrumpen en todo lo alto, cuando Gabino Cué lanza al aire su mayor apuesta: ¡Vamos a gobernar Oaxaca con honestidad y transparencia, porque Oaxaca es mi firme convicción, mi más grande pasión!
La colina que aloja la vibración ejuteca, a las afueras de la tierra de Manuel Sabino Crespo, pueblo apasionado donde inicia la sierra sur, se incendia de entusiasmo, de esperanza, de certeza en el triunfo de todos el 4 de julio. Son cinco mil que llegaron por su propio pie, en mototaxis, en camionetas particulares; ningún acarreado.