Va Jara a protesta del comandante interino de la 46 zona militar
Tlaxiaco, Oax. 30 de marzo de 2010 (Quadratín).- Mira, es la licenciada Irma. Sí, es Irma Piñeyro, comentaron dos mujeres oriundas de Tlaxiaco que expendían sus productos en la tradicional plaza de esta comunidad mixteca, cuando reconocieron a la precandidata a la gubernatura de Oaxaca del Partido Nueva Alianza (Panal), que recorría los diferentes negocios del mercado, saludando a sus simpatizantes.
Con el gusto de volver a ver a una querida amiga, en cuanto Irma se acercó, ellas se levantaron de las pequeñas sillas en que cotidianamente se sientan para vender aguamiel y pulque y con gran cariño la abrazaron y empezaron a recordar viejos tiempos, de cuando eran niñas y la precandidata vivía en Tlaxiaco.
Los apellidos de las familias y los barrios en que jugaban durante su infancia empezaron a salir.
Enseguida, Guadalupe y Gaudencia le manifestaron que se sentían muy orgullosas de ella, de su trabajo para con los pueblos indígenas y de su carrera como política, pero sobre todo de que sabía honrar su palabra, pues cumplía sus compromisos y les constaba que ayudaba a las comunidades más necesitadas.
En ese momento, Irma Piñeyro les comentó que estaba buscando la candidatura de su partido a la gubernatura de Oaxaca, porque tiene la firme convicción de servir a las comunidades y a su gente.
Soy una mujer comprometida con las causas sociales, que busca con pasión y honestidad resolver las necesidades y carencias de la población, en particular de las personas que se encuentran en extrema pobreza, comentó Irma.
Te felicito Irma, qué bueno que lo haces, sabemos que vas a cumplir. Sabemos que tu sí quieres trabajar por la grandeza de Oaxaca, y de inmediato las mujeres le dijeron que contara con ellas para cuando iniciara su campaña, para ayudarla a ganar las elecciones, porque Oaxaca ya necesita una gobernadora.
En cuanto nos digas vamos a los barrios, a donde nos digas, visitamos a la gente, porque tienes que ganar, manifestaron entusiasmadas y ofrecieron una jícara con aguamiel a la precandidata del Panal, bebida milenaria que degustó poco a poco ya que era interrumpida a cada momento por sus paisanos que concurrían en el mercado y que al verla no querían perderse el poder saludarla y desearle éxito.
Así como Guadalupe y Gaudencia, decenas de comerciantes que simpatizan con Nueva Alianza le manifestaron su respaldo, confiando en que el Panal la designe como su candidata porque aquí sí te valoran, señalaron en referencia a la precandidata.
Mira es mi cuata Irma, señaló la comerciante de ropa María de los Ángeles Peña a una amiga que estaba con ella en los momentos en que vio a la precandidata de Nueva Alianza acercarse y ya delante de ella le recordó a Irma que fueron compañeras en la escuela primaria.
Durante su recorrido por el mercado chiquito y la tradicional plaza de Tlaxiaco otras paisanas de Irma la detenían para tomarse una foto con ella y felicitarla por buscar ser la primera gobernadora de Oaxaca. Estamos seguros de que vas a lograrlo; cuenta con nosotros, indicaron.
La precandidata del Panal a la gubernatura también fue reconocida por pobladores de comunidades aledañas a su pueblo natal que habían llegado al otrora llamado París chiquito, quienes de inmediato interrumpían sus compras para saludarla y agradecerle la gestión que realizó durante su encargo como diputada federal, ya que gracias a ella sus pueblos contaban ahora con caminos pavimentados.
Así, entre bellos recuerdos llenos de nostalgia, Irma Piñeyro volvió a comprometerse en su terruño, cara a cara, con la población mixteca para lograr el progreso y bienestar de Oaxaca.