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Tuxtepec, Oax. 28 de marzo de 2010 (Quadratín).- Desde la Cuenca del Papaloapan, el precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Gobierno de Oaxaca, Eviel Pérez Magaña, afirmó que por ningún motivo dejaremos avanzar el quebrantamiento de la ley, porque le daremos prioridad al empleo, al ingreso y al mejoramiento de vida de los oaxaqueños.
El orgullo de la Cuenca, el tuxtepecano Eviel Pérez Magaña, observó embelesado la fuerza de su partido y el amor de su gente. Sonriente, levantó los brazos los cruzó en su pecho como abrazando a todos y el coro retumbó: ¡Eviel, Eviel, Eviel!
Ríos de gentes venidos de todos los rumbos de esta poderosa región, lo escucharon refrendar su compromiso de trabajar responsablemente con los oaxaqueños.
Vamos a hacerlo, remarcó el precandidato de la Coalición Por la Transformación de Oaxaca, para vencer los retos de mi estado, porque tenemos todos para lograrlo, para construir un Oaxaca distintos, sin miseria ni pobreza.
El diputado federal con licencia reconoció sin duda que en el estado hay avances y se ha logrado una transformación ejemplar en los años recientes, pero aceptó también que hay retos y desafíos que sólo en unidad se van a superar.
Nuestra gente, nuestros pueblos, su potencial y lo que hemos avanzado, sumado a nuestra unidad, la fortaleza ciudadana y de nuestro partido, nos permitirán seguir adelante como lo esperan los oaxaqueños.
Al culminar prácticamente su gira de precampaña por municipios de todas las regiones del estado, Eviel Pérez Magaña, encabezó un impresionante recorrido que se prolongó por 20 calles desde la glorieta de La Piña, siguió por Avenida Independencia y llegó al crucero con Hidalgo, donde pidió a sus paisanos su fuerza, solidaridad y el apoyo de su partido para ser candidato del PRI al Gobierno del Estado.
He recorrido hasta hoy en mi precampaña 74 municipios, región por región. En todos obtuve un compromiso de apoyo y trabajo para construir la victoria, vengo contagiado de la esperanza de los pueblos por un Oaxaca mejor, por un Oaxaca sin injusticias, por eso fui a pedir el apoyo de los priístas para ser candidato al gobierno del estado, les dijo.
En esta ciudad, donde nació hace 46 años, Eviel se refirió específicamente a los acontecimientos que han convulsionado a la sociedad tuxtepecana, por ello el precandidato puntualizó:
Vengo a solidarizarme con mis hermanos y a decirles que haremos lo necesarios para que en Tuxtepec tengamos seguridad, prevalezca el Estado de Derecho y se den las condiciones de convivencia e inversión.
Eviel Pérez Magaña estuvo acompañado de sus padres, Elvia Magaña de Pérez y Eviel Pérez Corta, de sus hermanos Rolando y José Alberto, de diputados federales y locales, de la dirigencia del PRI estatal y delegados a la convección del próximo martes, pero sobretodo por sus paisanos que incansablemente repetían a todo pulmón: ¡Eviel, Eviel, Eviel!.
El precandidato relató que estos 16 días ha recorrido todos los rumbos de Oaxaca, lo que le ha permitido abundar el conocimiento de su estado.
Incursioné en el conocimiento de la problemática de los pueblos afro-mestizos, los huaves, los mixtecos de la Costa. Visite y aprendí de los aguerridos pueblos zapotecos de las sierras Norte y Sur, del Istmo y los Valles Centrales.
Fui al encuentro de los pueblos mazatecos de la Cañada y llegue fortalecido a las comunidades chinantecas, a mi tierra a la que conozco y amo y a la que me entregaré con trabajo.
Todo ese recorrido y el profundizar su acercamiento con los pueblos oaxaqueños, le llevó a Eviel Pérez Magaña a enfatizar la urgencia de atender para consolidar y en algunos casos rescatar la convicción de que la política, porque no tiene sentido sino está dirigida a combatir la desigualdad.
Tenemos todo para cambiar la historia de Oaxaca, construir un Oaxaca distinto, sin miseria, ni pobreza, apoyados en el espíritu de lucha de los pueblos y comunidades que quieren heredar a sus hijos una vida digna con certidumbre, les dijo.
En esta magna concentración, el precandidato del PRI al Gobierno de Oaxaca culminó su discurso lleno de emoción, contagiado por la fuerza de sus paisanos, por el cariño de su pueblo, por esos miles de gentes que vinieron aquí a solidarizarse con el orgullo de la Cuenca, quien les pidió su confianza para abanderar la causa del PRI rumbo al Gobierno del Estado.