Gabino por destinar altos sueldos de funcionarios a combatir la pobreza

Oaxaca, Oax. 19 de febrero de 2010 (Quadratín).- A pesar que durante los últimos 12 años los recursos federales han fluido siempre en orden ascendente hacia Oaxaca, los dos últimos gobiernos estatales han hecho poco o casi nada para sacar de la pobreza y combatir las carencias sociales de la entidad, afirmó Gabino Cué Monteagudo.
En reunión con profesionales de diversas disciplinas con quienes compartió opiniones sobre los retos que esperan a Oaxaca este año, el senador con licencia comentó que los dos últimos gobernadores en lugar de apostar por un plan transexenal de adelgazamiento de la burocracia y por hacer valer los principios de austeridad, racionalidad y disciplina presupuestaria, actuaron completamente en sentido contrario.
Tal como lo expuso en Los Compromisos Mínimos de un Gobierno de Coalición, entregado a las dirigencias de cuatro institutos políticos, Gabino destacó que para el periodo 1999-2010 el ritmo de gasto en servicios personales suma en total 27 mil 355.9 millones de pesos.
Es decir, que durante estos 12 años este rubro creció en un 223 por ciento a ritmos de 203.9 millones de pesos más cada año.
Lo más lamentable, comparó, es que la alta burocracia oaxaqueña siguió con sueldos estratosféricos en las plazas de director hacia arriba mientras los trabajadores de base continuaron con sus mismos ingresos.
Lo anterior es injustificable porque que siendo Oaxaca uno de los estados más pobres de México es escandaloso que haya mantenido durante casi dos sexenios ritmos de crecimiento en el gasto de su aparato burocrático de 18.66 % anual.
Por tanto, propuso que las millonarias cantidades canalizadas casi de manera discrecional al enriquecimiento de la clase gobernante debieran destinarse a combatir la pobreza en el estado y los problemas del desarrollo.
Un gobierno sensible a no seguir perpetuando esta inequidad es lo que necesita Oaxaca, subrayó Gabino, pero con funcionarios que hagan de la austeridad una virtud como es el reclamo de la gente, y que no piensen en enriquecerse a costa del ejercicio del poder y del erario.