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Oaxaca, Oax., 3 de febrero de 2010 (RIOaxaca).- La política como muchas actividades se debe medir en términos de eficacia. La coalición amplia de partidos debe ser entendida bajo esos términos.
Por esa razón, la coalición es a todas luces conveniente, es positiva para Oaxaca, señala Osvaldo García Criollo, protagonista de la vida política de la entidad desde hace más de treinta años.
De que se quejan algunos priistas si Salinas de Gortari hizo una alianza con el PAN para apuntalar su programa neoliberal de gobierno. Lo mismo hizo Zedillo y muchos priistas lo acusan de haber entregado la presidencia de la república a Fox y al PAN.
La coalición es uno de esos casos en donde la cuestión ideológica va a pasar a un segundo término en aras de una estrategia que se finque sobre todo en la victoria para la oposición al PRI.
La alianza, aunque positiva para Oaxaca, porque permite la renovación de la vida política en el estado, no deja de tener un lado criticable.
Los partidos políticos en México se están moviendo sobre un pragmatismo total, al mismo tiempo se han convertido en los grandes electores del país porque al monopolizar la representación política han venido un poco a torcer el sentido de la democracia que es la participación plural. Todos los partidos han dejado de representar una opción ideológica, la política en México se ha vuelto una lucha por el poder más que una confrontación ideológica en el fondo.
Pese a ello la Alianza de partidos, desde su punto de vista, si puede garantizar la transición democrática en el estado, pero deberá haber una agenda común y un compromiso por el cambio en donde tengan en verdad cabida los ciudadanos. Debe haber seguimiento de los programas que combatan la pobreza, el desarrollo económico en el estado. A pesar de sus inconvenientes, la alianza, es la única opción con que cuenta la ciudadanía para una real transición democrática. La cuestión ideológica que sustenta la coalición es sobre todo la alternancia, esta es indispensable para el futuro de Oaxaca.
Sobre el bando de enfrente, Osvaldo García Criollo duda que las definiciones al interior del PRI estén ya tomadas. El nombre de Eviel Pérez, uno de los más sonados como posibles candidatos, podría cambiar en los próximos días, toda vez que no es el mejor posicionado, ni representa la mejor opción de triunfo para el priismo. José Antonio, Hernández Fraguas y Estefan Garfias, son los dos mejores hombres que tiene el PRI, asegura, son los más preparados y experimentados. Tienen trayectoria y buena imagen. No son lo políticos improvisados del sexenio.
Los innumerables ataques que ha venido recibiendo la conformación de la alianza amplia de partidos, no es sino el reflejo de las posibilidades reales que tiene de alcanzar el triunfo en el próximo proceso electoral.
La posibilidad de triunfo es real, claro, y el PAN le puede agregar al porcentaje de votos un mínimo de 15% más a la coalición, lo que le daría la vuelta a las posibilidades. Yo creo que Gabino, es el candidato lógico de la coalición, sus números iníciales son mucho mejores que cualquier candidato del PRI.
Pero ya hubo una coalición hace seis años, ante la pregunta de qué es lo que la hace diferente, García Criollo reflexiona.
Lo que ha cambiado (de seis años a la fecha) es la forma de gobernar de Don Ulises que no ha dejado satisfecho a muchas gentes y menos ahora que tiene una determinación de la corte tan delicada, también en el contexto nacional. Algo hizo Don Ulises para que ahora le echen montón y haya unido a todos en su contra. El PAN quiere rescatar Oaxaca, porque yendo solo a la elección no tiene posibilidades de ganar, ni tiene un candidato como Gabino.
Es más, yo me atrevo a asegurar que si la coalición no lleva a Gabino como candidato puede perder la elección, porque la ventaja que le lleva Gabino a los demás precandidatos es muy fuerte…no hay más candidato que Gabino para la oposición al PRI. En política hay realidades que nos gusten o no, son así.
Finalmente los escenarios para Oaxaca siguen siendo inciertos, porque la posibilidad de violencia en el estado sigue estando abierta. De ahí que de no se den procesos electorales transparentes y de respeto a la voluntad ciudadana el riesgo es muy alto para el estado.
El escenario ideal es que sea una campaña pacífica, propositiva, eso está en veremos. La posibilidad de violencia está latente. Hay políticos que no están dispuestos a entregar el poder por la vía electoral, porque de llegar al poder la oposición sienten que pueden ir a la cárcel.
También en la sociedad civil hay gente radical, que piensan que las elecciones no resuelven los problemas, todo eso conforma un coctel muy peligroso.
El interés del gobierno federal por Oaxaca podría garantizar que el desarrollo de las elecciones se lleve a cabo con tranquilidad, finaliza.