Economía en sentido contrario: Banamex
Oaxaca, Oax., 29 de enero de 2010 (Quadratín).- Estados con tantas necesidades como el nuestro, en donde se encuentra uno de los catorce municipios de más alta marginación del país o lo que llaman ahora de pobreza extrema y multidimensional, donde además hay un grave rezago educativo, y existen todavía jurisdicciones en donde el acceso se dificulta seriamente por la falta de vías de comunicación, lo que favorece aun más la marginación y el subdesarrollo (factores que elevan el índice de muerte materno infantil por anemia, desnutrición, por falta de una adecuada atención médica durante el parto y después); y que también enfrenta el problema de inseguridad que se agrava todavía más con la crisis económica y el desempleo.
Ante el cambio de una administración pública, que se avecina con motivo del próximo proceso electoral será necesario que los aspirantes a la gubernatura de Oaxaca tomen muy en cuenta la realidad social que se vive para que impulsen un programa estatal de desarrollo incluyente, vanguardista con visión y transsexenal, en donde ni las minorías ni demás grupos vulnerables queden en estado de indefensión.
El estado debe procurar sobre todo programas que impulsen el desarrollo económico, social y cultural, que combatan al máximo la pobreza, y que eviten al máximo sociedades polarizadas por tanta desigualdad, intolerancia, corrupción e injusticia.
En sociedades con instituciones fuertes, sólidas, con menos índice de corrupción, y con un manejo más transparente de las finanzas públicas, donde los recursos llegan a la consolidación de las obras y programas sociales no a los bolsillos de los funcionarios, con un buen gobierno, asertivo y oportuno en la toma de decisiones y con rumbo, se logra un crecimiento económico contundente y armonioso para cualquier Estado y como consecuencia se frena la vulnerabilidad ante el crimen organizado y la guerrilla.
La función pública no debe tomarse como una carrera para enriquecerse y menos el gobierno como un botín, en donde unos cuantos salgan muy favorecidos y muchos más, marginados y olvidados. La gestión pública tiene como fin primordial el bienestar social, por lo mismo debe llevarse a cabo con calidad, compromiso, solidaridad ante los más necesitados, y sobre todo con responsabilidad.
Ojalá que los que lleguen a ser candidatos por sus respectivos partidos tengan como objetivo primordial en caso de llegar a encabezar el gobierno de este estado, lograr el desarrollo integral del mismo y mantener la estabilidad social.
Un sexenio es poco tiempo para lograr abatir tantos rezagos históricos, pero no imposible si existe voluntad de cambio y un trabajo constante en todas las áreas del gobierno.