La dieta como escudo para prevenir el cáncer de próstata
Mónica Zárate / Quadratín
Oaxaca, Oax. 25 de noviembre de 2009 (Quadratín).- Hay que tratar de impedir que ocurra como en otros países de América Latina, y se utilice indiscriminadamente como justificación, el combate al crimen organizado para que el gobierno federal a través del Ejército, lleve a cabo una cacería de brujas que incluya cateos fuera de la ley, detenciones arbitrarias y arraigos en condiciones similares- en donde esté en duda la legalidad en que fueron autorizados por la potestad judicial- que le sirvan al estado como instrumentos para aprehender y disuadir a combatientes y líderes de movimientos sociales (miembros de la guerrilla urbana y rural) y a los familiares de éstos, porque estas privaciones ilegales de la libertad, lo único que conllevan son graves violaciones de derechos humanos, fomentan los estados represivos y el descrédito de las instituciones.
El Ejército Mexicano posee hoy en día una importante legitimidad en este país, no sería conveniente atentar contra ella, porque también se atentaría contra las condiciones de gobernabilidad; por otra parte hay que evitar la proliferación de grupos paramilitares y de cualquier tipo de organizaciones armadas privadas en los municipios y las ciudades en general que intenten realizar labores de seguridad pública so pretexto de garantizar la integridad de los ciudadanos.
Las autoridades en sus tres ámbitos de competencia no deben permitir y menos fomentar, que escuadrones particulares con armas, abarquen funciones y espacios públicos que sólo le corresponden al gobierno a través de las fuerzas armadas y la policía; porque resulta inconstitucional su actuación, está fuera del marco legal (estas organizaciones no están facultadas para llevar a cabo investigaciones, perseguir delincuentes y menos detenerlos) se debilita al estado mexicano y de derecho, lo muestra incapaz e ineficiente ante la opinión pública y la sociedad en general.
Por último no se debe involucrar indefinidamente al Ejército y Marina nacionales encabezando la lucha antinarcóticos, ya que se corre el grave riesgo de exponerlos a que pernee en sus estructuras la corrupción del crimen organizado, y a enfrentarlos a un proceso de desgaste político e institucional innecesario.
Es importante no tergiversar a los sujetos activos del delito, objeto de la lucha anticrimen organizado, de lo contrario se reduce el porcentaje de lograr más y mejores resultados en esta cruzada contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.