Triunfó el pueblo de México y ganó la fuerza de la razón: Sheinbaum
Oaxaca, Oax. 6 de noviembre de 2009 (Quadratín).- Humo blanco
señal de unidad, de cohesión y de fortaleza
salió del cónclave que sostuvieron los seis aspirantes que buscan contender por la gubernatura en el partido Revolucionario Institucional (PRI), tras compartir el pan y la sal en un emblemático restaurante del corazón del Centro Histórico la capital oaxaqueña.
Seis personajes, distintos, todos, con diversas perspectivas, pero con un solo objetivo: trasformar Oaxaca, como lo ha hecho quien aún lleva el bastón de mando Ulises Ruiz.
Fue encuentro para verse la cara, uno a uno, de darse lo mejor y de empezar a partir de esta fecha una larga sucesión gubernamental.
El árbitro, el delegado del CEN, el senador Carlos Jiménez Macias, tuvo que ocultar su afinidad y simpatía por algunos de los aspirantes.
Su postura, sobria, correcta, disciplinada, puso orden, y a cada quien en su lugar, dando espacio para todos.
Pues de lo que se trata es que haya un juego limpio, donde el mejor será el ungido y el cubierto y escudado por el resto de los demás contendientes, explicó.
El mensaje fue claro el PRI está unido, y saldrá fortalecido de esta gran competencia. La cita fue a las 15:00 horas.
El primero en llegar fue el senador Adolfo Toledo, bien vestido con un saco azul, camisa blanca y pantalón de mezclilla. Hizo tiempo, caminó por el Zócalo, se dio tiempo para reflexionar antes de subir al encuentro.
Apurado, junto con el referí del encuentro, llegó el diputado federal y dirigente del tricolor Jorge Franco.
Su paso apresurado, fue secundado por el de José Antonio Hernández Fraguas, el presidente municipal de la ciudad de Oaxaca, que seguido de su séquito casi se topó en la puerta del restaurante con el otro Pepe Toño Estefan Garfías, que muy a su estilo subió corriendo las escaleras.
El primero en llegar Adolfo Toledo, terminó entrando junto con el diputado Eviel Pérez Magaña. Discreto y sin sombra, atrás atravesó el umbral el Secretario de Salud, Martín Vásquez, la sorpresa de la tarde.
En el encuentro, donde se prohibió el acceso a la prensa, los seis se sentaron en una mesa redonda. Eran los caballeros priistas.
Cada quien pidió lo que quiso, la especialidad de la casa, nada de excesos, Ni demasiado café, nada de alcohol.
Fue un encuentro que se prolongó casi tres horas. En la mesa el senador Carlos Jiménez daba a conocer que las reglas cambiaban y que a partir de este momento los seis aspirantes serian encuestados, para conocer quien cuenta con mayor arrastre.
Se pidió mantenerse en el partido, (PRI) y leal al gobernador Ulises Ruiz. Nada de golpes bajo la mesa, ni puntapiés ni piquetes de ojos. Habría respeto. De Uno para el otro. De lo que se trata es de dar un mensaje de fortaleza.
Sin duda que con los seis, la caballada está gorda y se ve fortalecida. Jiménez Macias atajo que a partir de ahora empieza el principio del fin. Urgió respetar los tiempos estatutarios. El reloj electoral.
Al final, sonrisas de oreja a oreja, muchos abrazos, apretones de manos y un que te vaya bien. Con el ocaso atardecer, cada uno de los aspirantes regresó a lo suyo. Pero con una gran esperanza.
Una ilusión que los pone cerca sin duda de la consolidación de sus grandes trayectorias y carreras políticas sin igual. Humo blanco, sin duda, salió de un encuentro de aspirantes a la gubernatura.