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Oaxaca, Oax. 15 de octubre de 2009 (Quadratín).- Cientos de oaxaqueños radicados en la ciudad de Salem, capital del estado de Óregon, en Estados Unidos, vieron, disfrutaron y bailaron al ritmo de los sones, jarabes y chilenas, al celebrarse aquí por primera vez la Guelaguetza 2009.
Ni barreras, ni muros, ni el desierto impedirán que la cultura, las tradiciones y el folclor de Oaxaca llegue a otras latitudes, señaló el director del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), René Ruiz Quiroz, quien acudió en representación del Gobierno del Estado de Oaxaca que encabeza Ulises Ruiz Ortiz.
Desde el cerro del Zempoaltépetl hasta la tierra de los Ñu Savi les traigo el viento y el saludo de los oaxaqueños, externó Ruiz Quiroz ante la mirada de los paisanos que se congregaron en el auditorio Hoop ubicado en el sureste de Salem, para conmemorar la máxima fiesta de los oaxaqueños.
El funcionario expresó a los paisanos, que deben sentirse orgullosos por ser triunfadores, pues no sólo trajeron sus manos para trabajar y sacar adelante a sus familias sino también se llevaron la cultura, la danza y la fiesta que nos hacen únicos en todo el mundo.
El programa cultural inició con la presentación de la diosa Centéotl, Jenny Nereyda Robles, hija de padres oaxaqueños, pero originaria de California, donde estudia la licenciatura en psicología.
A su entrada, le siguió el desfile de las comunidades indígenas que a su vez dieron lugar a la presentación de las regiones participantes como Valles Centrales con las Chinas Oaxaqueñas; Huautla de Jiménez con los Sones Mazatecos; la Sierra Juárez con los Sones y Jarabes de San Melchor Betaza, la región de los Mixes con los Sones y Jarabes Mixes.
Sin embargo lo que estremeció a los asistentes fue la Mixteca con el Jarabe Mixteco, en donde hombres y mujeres, la mayoría de esta región, recordaron la tierra que los vio nacer, sus familiares y de lo que dejaron al emigrar en busca de mejores oportunidades de vida.
Como personajes distinguidos viajaron desde la tierra del Guillbaan en zapoteco que quiere decir pueblo de sepulcros, los tradicionales monos de calenda, quienes armonizaron la fiesta al presentar la Mayordomía de Tlacolula.
El Istmo, con sus mujeres erguidas bailaron la Flor de Piña y finalmente se hizo presente la Danza de la Pluma.
A decir de los oaxaqueños radicados en aquel estado de la Unión Americana, uno de los objetivos de la Guelaguetza en Óregon es promover el entendimiento entre culturas, de ahí que seguirán promoviendo la realización de esta festividad en años siguientes.
Así, más de un asistente se fue con un buen sabor de boca al también degustar el rico mole oaxaqueño, el pan, chocolate, los tamales, tacos y las famosas tlayudas, además de expenderse infinidad de artículos típicos de Oaxaca, haciendo de esta celebración una fiesta multicolor.