¿A quién corresponde defender?
Oaxaca, Oax. 2 de septiembre de 2009 (Quadratín).- Cada vez más aislados y violentos, la dirigencia de la Sección 22 parece empeñada en meterse de lleno elecciones locales del próximo año.
El magisterio conoce los alcances de su poderío electoral, más de 800 integrantes de este sindicato forman parte de los cabildos en los 570 municipios de la entidad y en poco más de 20 comunidades son maestros los que encabezan los ayuntamientos.
En el conflicto de 2006 el movimiento magisterial se adjudicó la estrepitosa derrota del PRI en las elecciones federales de ese año y desde entonces mantienen contactos políticos con los grupos que se disputan los puestos de elección popular.
En cada proceso electoral la dirigencia política de la Sección 22 promueve el voto de castigo en contra del PRI y del PAN y aún cuando no revelan abiertamente sus simpatías a otras expresiones partidistas los candidatos que simpatizan o forman parte de las estructuras de la APPO buscaron acomodo en el PRD, Convergencia y el Partido del Trabajo.
La participación electoral de una fuerza política como la que representa el magisterio no tendría nada de extraordinario si no fuera porque en su propósito utilizan las mismas tácticas que le critican a sus adversarios.
El magisterio que se dice democrático incurre en el terrorismo sindical y la barbarie para imponer sus intereses y utiliza a las instituciones para legitimar sus excesos. Eliminar a sus adversarios y reprimir a quienes se atreven a desafiar su poderío.
La embestida en contra de sus ex -compañeros de la sección 59 busca eliminar las resistencias internas y fuera del sindicato inició la cacería de presidentes municipales como en San Pedro Jicayan, Huautla y San José del Progreso, por citar algunos ejemplos.
El magisterio tiene derechos políticos plenos y su organización será verdaderamente influyente en la elección de gobernador, presidentes municipales y diputados locales en el 2010. Sin embargo existen pendientes que aun no han resuelto. El más importante, claro, es el rezago educativo que mantiene a nuestra entidad en los últimos lugares de aprovechamiento académicos en la república mexicana.
En otras palabras, el éxito político que han alcanzado está cimentado en el analfabetismo funcional de millones de oaxaqueños que son presa fácil de la manipulación, el clientelismo electoral, el sub-desarrollo y la pobreza que se reproduce por falta de educación.