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Oaxaca, Oax. 5 de agosto de 2009 (Quadratín).- Para el investigador Fausto Díaz Montes, la reforma aprobada por el Congreso estatal estimula la participación no cívica de la sociedad, que puede comenzar por tomar decisiones por propia cuenta e incluso actuar al margen del gobierno y al margen de la ley.
En entrevista con Quadratín, el también ex consejero del Instituto Estatal Electoral (IEE) y del Instituto Federal Electoral (IFE), opinó que si no se abren los canales de participación ciudadana, se está abriendo la puerta para la rebelión, movimientos antisistema, más frente a una situación de crisis e inseguridad.
El Estado no está cumpliendo con su trabajo y tampoco le está dando la posibilidad al ciudadano de actuar de manera conjunta, lo que se ve es que en vez de cumplir su obligación de escuchar e institucionalizar la participación ciudadana, defiende sus propios intereses, expresó.
Consideró que quienes están en el gobierno tienen que cambiar su forma de pensar, pues no se trata de defender sus propios intereses ni sostenerse a toda costa, excluyendo a quienes tengan un proyecto distinto, porque la exclusión genera una reacción mucho más fuerte.
Fausto Díaz mencionó que la reforma aprobada este martes, que servirá como marco normativo de la elección de 2010, es un retroceso, pues en 2006 hubo un acuerdo de todos los partidos para que a través de sus diputados se redujera a 22 el número de diputados de un solo partido.
Lo que vemos es que esta reforma asegura un Congreso sumiso, que represente a una fuerza política y al Ejecutivo, no a los ciudadanos, con una política de exclusión que no contribuye a la transparencia y a la rendición de cuentas.
Un Ejecutivo y Legislativo dentro de un mismo partido, continuará las prácticas que se ven ahora, falta de revisión de cuentas, manejo discrecional de los recursos públicos, no un poder legislativo real sino sumiso al Ejecutivo, comentó.
Díaz Montes dijo que la elección del 5 de julio, a través de los votos nulos y el voto a candidatos no registrados, hubo una inquietud ciudadana, sin embargo también los partidos políticos de oposición deben buscar que tengan una verdadera representación y no se avalen este sistema.
Es lamentable, comentó, que mientras los ciudadanos piden una ley de participación ciudadana, la legitimidad del plebiscito y el referéndum, se hagan reformas para seguir manteniendo el control del Poder Legislativo con el propósito de defender los intereses de un partido y no de la sociedad.