Roberto Molina / Complicidad de las mafias

FINALMENTE LA SANGRE ES LA SANGRE
Roberto Molina/ Quadratín
Oaxaca, Oax., 15 de julio de 2009 (Quadratín).- El último escándalo sucedido en el estado de Michoacán sigue dejando en claro, el mar de complicidad y corrupción que vive este país.
Como todos sabemos hoy se vincula al Diputado Federal Electo del PRD, Julio César Godoy con el narcotráfico, concretamente con el grupo conocido como La Familia.
El empresario prestamista y gasolinero, medio hermano del Gobernador de Michoacán, sin duda no ha dejado de estar en el “ojo del huracán”.
Su carrera política al interior del PRD ha ido en ascenso a la sombra de su hermano: ex síndico de municipio de El Puerto Michoacano en el 2004 y encargado del despacho al quedar fuera Manuel Santamaría quien fuera presidente, consejero estatal del PRD y desde el 5 de julio, Diputado Federal Electo, han sido algunos de los logros de este personaje.
Ya desde el mes de abril se dejaban ver algunos de los nexos dudosos del hermano incómodo, pues de la noche a la mañana el que iba a ser su suplente en la candidatura fue asesinado por hombres armados lo cual se supo a pesar de los intentos por guardar con hermetismo dicho suceso y de hacer como que no pasaba nada. Este hecho motivó al Gobierno Federal a realizar una embestida con las fuerzas de seguridad en Michoacán, dejando diezmado el gobierno de Leonel Godoy.
Y como se comentó el 31 de mayo en la columna política de Libertad-Oaxaca (Lavadero Dominguero), a pesar de la intervención de la federación, el Gobernador de Michoacán guardó silencio, pues ya se presumía la relación de su hermano con miembros de la familia.
Dos cosas llaman la atención: primero, el que hoy se diga que desde hace algunos meses Leonel Godoy le solicitara a su hermano compareciera de manera voluntaria ante las instancias federales y segundo, cómo es que lo dejaron avanzar en el proceso federal pasado, cuando era un secreto a voces las relaciones dudosas del hermano incomodo.
¿Será que la sangre es la sangre?
Una de las conclusiones sin duda es que existía un acuerdo y negociación con la mafia de Los Pinos para que pudiera llegar a tener fuero, ya que hoy se sabe que desde hace varios meses Julio César Godoy se encontraba supuestamente escondido y que ni si quiera se había presentado a votar el pasado 5 de julio.
Sin embargo ante los resultados no esperados, los acuerdos se tuvieron que romper por la parte más delgada y es que la imagen del “chaparrito de lentes” sencillamente se encuentra en caída libre.
¿Qué va a decir el Chucho mayor, nos preguntamos?
Que así, si gana la gente.
El PRD hoy se encuentra de nueva cuenta ante una disyuntiva, defender lo indefendible o solicitar evidencias.
A pesar de que las mismas pueden exhibir a más de un miembro de ese instituto político.