Humberto Cruz / Dulce veneno. Perdón y olvido

Oaxaca, Oax. 24 de junio de 2009 (Quadratín).- En los últimos 20 años de lucha magisterial, más de 80 personas han muerto por efecto de las movilizaciones organizadas por el llamado magisterio democrático y esas víctimas quedaron en el olvido para los ideólogos del movimiento.
Como consecuencia natural de las concentraciones, marchas y plantones, el magisterio ha registrado múltiples accidentes entre choques, volcaduras y otro tipo de incidentes funestos.
Los casos más recientes fueron los tres profesores que perdieron la vida en un accidente en Huautla de Jiménez y la explosión de una camioneta repleta de artificios pirotécnicos durante la mega-marcha del 14 de junio.
Sin embargo, para la dirigencia política de la Sección 22 en estos casos sí se debe aplicar el perdón y el olvido. No hay un sólo consignado y al final siempre fue el gobierno quien atendió a los deudos, al ofrecerles pensión vitalicia, becas y plazas para solventar la pérdida de sus seres queridos.
En esta jornada la Sección 22 busca la libertad de sus compañeros y el castigo a los culpables de las muertes registradas durante el conflicto de 2006 y mientras avanzan las negociaciones con el gobierno estatal y federal en las entrañas de la APPO se gestan rompimientos violentos que pueden incrementar el saldo fatal.
La dirigencia magisterial y algunos de los sectores de la APPO asumieron la protección de grupos de vendedores ambulantes que se repartieron el Zócalo de la ciudad y con ellos abrieron las puertas a los demonios que los acompañan.
El magisterio no puede desconocer las peligrosas relaciones entre los vendedores de discos piratas y el crimen organizado, al parecer los maestros no se han dado cuenta de la explotación laboral de varios menores de edad que son contratados como vendedores y Las redes de protección que se extienden entre los ambulantes según el giro de sus locales.
El enfrentamiento por el control de los ambulantes en el Zócalo de la ciudad no es sólo un rompimiento de grupos, puede ser el inicio de la descomposición social del movimiento sindical que parece hacer a un lado la defensa de los intereses de los maestros para conformarse con la protección de vendedores ambulantes.
A la luz de los últimos acontecimientos, muchos de los familiares de los maestros y maestras que perdieron la vida en los accidentes, se preguntarán si tanto sufrimiento valió la pena.