Revelan a 48 aspirantes para presidir la CNDH; incluyen a Piedra Ibarra
Sebastián San Vicente / Quadratín
**¿En qué se apoya el capital, es decir, la propiedad privada sobre los productos del trabajo ajeno? Cuando el capital mismo no es simplemente robo o malversación, requiere aún el concurso de la legislación para santificar la herencia. Karl Marx**
Oaxaca, Oax. 26 de marzo de 2009 (Quadratín).- El gobernador Ulises Ruiz inauguró este jueves el salón de plenos del Congreso del Estado, concluido dos Legislaturas después de su inicio.
12:00 PM del 26 de marzo de 2009. El espacio público lució atiborrado de periodistas y funcionarios de primer y segundo pelo. Todos en espera del Tlatoani de Coyotepec, quien como titular del Ejecutivo estatal, acudiría a la inauguración del nuevo recinto legislativo que desde dos legislaturas anteriores se empezó a construir, para albergar el salón de plenos de los diputados.
Hasta aquí llegó Héctor Anuar Mafud Mafud, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), quien ya presidió el Congreso; el novel secretario general, Jorge Toledo y la siempre elegante Beatriz Rodríguez Casasnovas, secretaria de Turismo, los representantes militares, todos a la espera de Ulises Ruiz, quien por su investidura tiene patente de Corzo para hacer esperar.
12:05 Inició a una brevísima ceremonia cívica, el corte del listón inaugural y había quedado abierto el recinto legislativo. Dentro, un personaje de lentes, con voz temblorosa, daba inicio a la sesión extraordinaria. Saulo dicen que se llama, quien también llevó traje nuevo, para estar acorde con el olor a nuevo del escenario, en donde resaltaba el aroma a madera, en una pared de fondo forrada con mármol blanco, genuina imitación de Carrara.
El protocolo marcó el nombramiento de la comisión de cortesía, que acompaña siempre a los invitados especiales. Se declaró un breve receso, mismo que fue aprovechado por los periodistas, personal del Congreso, invitados de los invitados y quienes nos colamos para conocer las nuevas y deslumbrantes instalaciones del Recinto.
Fueron minutos bien aprovechados, pues de repente un remolino entró al nuevo recinto. Al viejo estilo de la cargada priista, el Gobernador hizo su arribo, asediado por periodistas, y custodiado por un sin número de guaruras, aunque no todos eran de él, pues tras él, caminaba airoso Jorge Franco Vargas, al lado de Lizbeth Caña, quien también erguía la mirada. Un despistado Andrés Webster, a quien los guaruras confundían con alguien que estaba cerca de más, y otros integrantes de la nueva élite política.
El gobernador se hizo acompañar por Alfredo Ahuja, del PAN; Paola España, del PRI y Francisca Pineda, del PRD. Ah, también sobresalía, pero únicamente por el tamaño, un diputado de nombre Herminio, a quien algunos le llaman El importante. Pero el Gobernador se olvidó pronto de ellos, y recordando viejos tiempos, optó por saludar de mano a los otros diputados que estaban en las curules, que por cierto no son nuevas.
Se hizo notar la ausencia de Wilfredo Vásquez Vásquez y Benjamín Robles, logro atribuido por el respetable a la labor de negociación previa de Bulmaro Rito; de lo contrario, no se hubiese visto al Ulises efusivo, sonriente, socarrón que saludaba lo mismo a los priistas que a sus opositores, o mejor dicho, a quienes le siguen desde partidos de oposición.
Fue su tarde. El Tlatoani que paseaba entre súbditos. Sus operadores externos le habían dado esa libertad que por la ineficacia de quien preside el Legislativo, le hizo pasar un mal rato en el informe del presidente de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca, Heriberto Antonio García.
Se reanudó la sesión. Los diputados que estrenaron presidium fueron Gustavo Velásquez, Carmelina Cruz, alguien de nombre Saulo y otro de nombre Serafín Aguilar. También ocupó su lugar Héctor Anuar, representante del Poder Judicial. Dos Poderes y un remedo de pastor, quien aprovechó para hablar de las leyes que les ha enviado el Poder Ejecutivo para su aprobación, las cuales, en su mayoría han sido aprobadas sin consenso.
No es que haya un compló en su contra, pero al personaje llamado Herminio la tecnología de punta anunciada también le falló. La tecnología de punta, unas pantallas gigantes, cubrían los nombres de los próceres escritos en letras de oro. El busto de Don Venustiano Carranza, ciego, sin lentes y olvidado, como los principios de la revolución que en algún momento encabezó.
Y recreen lo que sucedió: El sonido no era nítido, ni apropiado para el nuevo espacio legislativo, o al menos eso pareció para responsabilizar a alguien del error. Lo cierto es que quien hablaba en el micrófono era un atolondrado diputado que no sólo perdía fuerza y voz, sino para colmo, cuando hablaba de la ley de Archivos Estatales, las pantallas mostraban unas imágenes de jugosa carne asada a la parrilla. ¿Ese será el destino de los archivos estatales? ¡Me vale! Respondió este cronista, pues ese pedazo de animal era más interesante que lo dicho por Herminio, El importante.
Todos estaban en otra cosa. Los funcionarios de la reducida clase política ulisista hoy se dice que ya no está completa la burbuja, pues algunos están de campaña, cuchicheaban entre sí y se reían, de algo o de alguien. El resto, era personal de base, quienes por deber cumplían con escuchar lo poco que entendían del diputado.
Otros sólo fueron para invadirse de ese Oaxaca diferente. El recinto está alfombrado en su totalidad, las butacas forradas de tela en color fresa fiusha, paredes forradas de imitación caoba y sólo las curules color verde militar, herencia de la administración heladista, al igual que las formas de la clase política, eran las mismas.
Seguían las fallas. Sin ton ni son los responsables del manejo y proyección de imágenes enviaban sin control iconos sin concordancia. Por fin, después de varios intentos, apareció un diputado blanquecino, casi fantasmal, en un presidium borroso, mal enfocado y obscuro. Culparán, es obvio, a las cámaras, sin embargo los asistentes coincidieron en que es el reflejo fiel de un Presidente que no ha logrado ocupar un digno lugar en la historia de las Legislaturas, a no ser porque su nombre quedará inscrito en una obra que no inició.
El imaginario popular conservará, igual al de la imagen proyectada, a un Presidente borroso y fantasmal, que tuvo que esperar a que otros hicieran posible la inauguración de este jueves. I miei amici, tutto si rinnova per seguire ugualmente. Fino alla prossima.