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-Medidas tributarias y en la Coordinación Fiscal
OAXACA, Oax. 1 de noviembre de 2013 (Quadratín).- Finalmente el Senado aprobó las medidas tributarias con cambios importantes respecto a lo que llegó de la Cámara de Diputados, particularmente el incremento del 5 al 8 % del impuesto a comida de alto contenido calórico, se ampliaron de 47 a 50 % las deducciones de prestaciones laborales y se mantiene la tasa del ISR en 30 % a ingresos de hasta 500 mil pesos. Por supuesto se mantuvieron sin IVA el arrendamiento de casas habitación, a los intereses por créditos hipotecarios y a las colegiaturas. Se mantuvo el IVA a alimento de mascotas y a los chicles y gomas de mascar, además fundamentalmente por su impacto político y económico destaca el incremento del IVA al 16 por ciento en la frontera y el impuesto a las bebidas azucaradas que tanga polémica y desplegados provocó.
Desaparecen el IETU y el IDE, experimentos poco afortunados de la anterior administración, siendo el primero un impuesto supuestamente de control que en algunos casos provocó doble tributación y se convirtió en una fuerte carga para las empresas, en sentido contrario de lo que pasaba en el pasado con el impuesto al activo. El IETU fue siempre cuestionado por el sector empresarial, particularmente por COPARMEX, incluso se llegó a una controversia en la Corte, ya que se hablaba por parte de la autoridad de que se perderían 90 mil millones de recaudación, la mitad de una recaudación “potencial”. Finalmente la autoridad fiscal propuso su eliminación y el Congreso de la Unión aprobó su desaparición.
Estamos frente una serie de reformas heterodoxas, aunque se tiende a reforzar el papel de la tributación indirecta, que es una característica exponenciada de nuestra estructura tributaria, como se percibe cuando nos comparamos con el resto de la OCDE y se reconocer el peso que tienen el IVA y los IEPS en nuestra estructura impositiva.
Por supuesto que este tipo de impuestos cuando no se trasladan directamente, se hace a través de los precios, lo cual es percibido desde que en 1980 se introduce en México el IVA, que ha tenido un vaivén de tasas, del 10 al 15, del 15 al 10 y nuevamente al 15 y finalmente en 2010 al 16, lo cual si jala recaudación, sin embargo está comprobado que cuando baja la tasa se puede incrementar la recaudación, como ya sucedió en el pasado.
¿Que habrá un efecto sobre la inflación?, quizás, pero de única vez.
Se dio una alianza nueva entre el PRI, el PRD y la propia autoridad hacendaria, que provocó reacciones en contra, sin embargo el resultado en términos de recaudación será positivo y ello se reflejará no sólo en los ingresos del gobierno federal, sino en los de las entidades federativas y los municipios, al incrementarse las participaciones.
Por otro lado se realizan cambios importantes en la Ley de Coordinación Fiscal, particularmente en el Capítulo V, donde destaca la creación del FONE en sustitución del FAEB, así como en materia de homologación contable y rendición de cuentas.
La idea de crear una ley de gasto federalizado no logró pernearse, sin embargo las reformas mencionadas son un avance importante y habrá que seguir trabajando en fortalecer la Ley de Coordinación Fiscal transformándola en una Ley de Coordinación Hacendaria, con lo que se acabaría con la contradicción de que el gasto condicionado es de naturaleza distinta al Pacto Fiscal, que se refleja desde 1980 en la Ley de Coordinación Fiscal, ley que tiene que ver con el reparto de potestades y recaudación entre los tres ordenes de Gobierno.
Durante la Convención Nacional de las Haciendas Públicas de 2004, la idea de esta Ley estuvo presente, al igual que un trabajo que hicimos conjuntamente en el Senado quien escribe entonces titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP y los entonces senadores Borrego, Camacho y Sahurí, que en sus parte formó parte de los consensos de la Convención.
Sobre eso habremos de profundizar. Lo que si es claro es que en la medida que crezca la recaudación federal, particularmente la recaudación federal participable, las participaciones se incrementarán de manera natural.
Finalmente es claro que una reforma fiscal, además de recaudar, debe ser sencilla, fácil de instrumentar y administrar, progresiva, federalista y políticamente viable. Esta a pesar de oposiciones naturales, fue condensada y es de esperar que de los resultados esperados.
*Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas. [email protected]