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Santiago de Querétaro, Qro., 24 de noviembre de 2013 (Quadratín).- De gira en esta ciudad con motivo de la toma de protesta de María Barraza Portillo como coordinadora del Movimiento de Mujeres de Nueva Alianza en el estado, Luis Castro Obregón, presidente del Comité de Dirección Nacional de este instituto político, destacó que los mexicanos necesitamos partidos modernos, democráticos y del siglo XXI que sepan ser una oposición responsable para construir alianzas y convergencias que beneficien al país y no a unos cuantos, pero que sobre todo busquen beneficiar a las mujeres.
Ante más de 300 mujeres aliancistas que asistieron para brindar su apoyo a Barraza Portillo, Castro Obregón manifestó que el Programa Nacional de Afiliación que realiza el partido que lidera tiene un avance del 83 por ciento y hasta el día viernes los resultados obtenidos muestran que el 61 por ciento de la militancia está compuesta por mujeres.
Asimismo, dio a conocer el perfil del elector de Nueva Alianza, el cual está conformado en su mayoría por mujeres jefas de familia y jóvenes, quienes cuentan con año y medio de escolaridad superior al promedio nacional que hasta septiembre del 2012 se encontraba en 8.6 años. Es decir, el lector de este partido tiene, en promedio, casi diez años de educación. Esto, consideró el dirigente aliancista, es un reto y una oportunidad que el partido habrá de asumir de manera responsable y entusiasta, sin descuidar el amplio espectro de ciudadanos que han encontrado en Nueva Alianza una opción liberal para hacer escuchar su voz.
En la búsqueda por convertirse en el partido de las causas sociales, Luis Castro presentó a las integrantes del Movimiento de Mujeres aliancistas de Querétaro el Decálogo de acción de Nueva Alianza:
1.- Nueva Alianza mantendrá su relación estratégica con el magisterio nacional; una relación democrática de concordia, cooperación y corresponsabilidad, para impulsar conjuntamente la agenda reformadora que nos dio origen como fuerza política nacional, y para luchar juntos por el fortalecimiento de la escuela pública, por la transformación del sistema educativo y por los derechos de los trabajadores de la educación.
En esta relación estratégica, Nueva Alianza no será nunca una fuente de conflicto entre el magisterio nacional y la militancia del partido, ni espacio que atente contra la unidad ni la autonomía del Snte.
Tampoco será, porque no puede ni quiere serlo, correa de transmisión ni brazo corporativo. Por el contrario, habrá de consolidarse una relación basada en el reconocimiento de la pluralidad ideológica y política del magisterio y, de manera muy particular, en el respeto irrestricto de las libertades y derechos políticos de cada uno de los militantes del partido.
2.-Manteniendo su alianza con el magisterio, nuestro partido buscará la más amplia alianza con la sociedad: con los jóvenes; con las mujeres; con las y los trabajadores del campo y de la ciudad; con los pequeños y medianos empresarios; con los universitarios, académicos e intelectuales; con las organizaciones empresariales y sindicales, así como con las organizaciones de la sociedad civil.
Aspiramos a que el partido se consolide como una fuerza política representativa del más amplio espectro social, y por eso vamos a profundizar nuestro trabajo de apertura y convocatoria a toda la sociedad y toda la ciudadanía.
No será el nuestro un partido de cuadros ni de masas, ni de izquierdas o derechas, como define a los partidos la teoría política clásica. Será en cambio un partido de ciudadanos libres; basado en una amplia política de alianzas; representativo de la sociedad y sus organizaciones para construir un México moderno, liberal, pujante, un México de justicia y equidad, un México dinámico, un México donde prevalezca siempre la convivencia social pacífica y armónica.
3.- Con esos propósitos, Nueva Alianza será la fuerza política que impulse un proyecto de nación compartido por todos los mexicanos. Por eso vamos a mantener la visión, el perfil y la agenda que nos dio origen: una agenda reformadora por la prosperidad y el desarrollo integral y sustentable del país.
El desarrollo al que aspiramos y con el que nos comprometemos debe conjugar la promoción del crecimiento económico con el bienestar y la distribución de la riqueza de manera justa y equitativa; el fortalecimiento de nuestra vida democrática con el ejercicio pleno de las libertades políticas y el respeto de los derechos humanos; el impulso de una política social integral que combata verdaderamente la pobreza y la desigualdad; y de manera muy particular, la consolidación de un verdadero estado social de derecho.
4.- En términos de organización y estructura territorial, vamos a incrementar nuestra presencia en todo el país. A partir de los resultados electorales de 2012 y 2013, y con base en el programa nacional de re-afiliación, vamos a desplegar nuestra estructura para tener representación en cada estado, municipio y distrito electoral. Queremos llegar —y vamos a lograrlo— a la mayor parte del territorio nacional.
Consolidaremos nuestra estructura para estar en las grandes ciudades, pero también en los pueblos y comunidades, en los barrios y colonias, en el ámbito rural y en el urbano.
Será un esfuerzo extraordinario pero lo lograremos porque tenemos, sin duda alguna, los mejores aliados.
No será —que quede claro— una estructura burocrática ni obesa. Será moderna, eficaz y eficiente basada en la participación de militantes, afiliados y simpatizantes y en el uso de las más modernas tecnologías de información y comunicación.
5.- Aliados con el magisterio y con la sociedad, promoviendo una agenda reformadora y un proyecto de nación integral, construyendo además una estructura verdaderamente nacional, vamos a consolidarnos como la cuarta fuerza electoral del país y, sobre todo, vamos a prepararnos para competir desde una posición de fuerza en las elecciones federales de 2015 y 2018.
En nuestro futuro inmediato está la transición de un partido de reciente creación a una fuerza política realmente competitiva. También lo vamos a lograr, que nadie tenga duda al respecto.
Le decimos al resto de partidos políticos que Nueva Alianza seguirá su crecimiento, su consolidación y les disputará cada voto en toda elección local y federal por venir.
6.- Con la presencia que ya tiene en la sociedad y con esta visión clara sobre lo que nos toca hacer hacia el futuro, Nueva Alianza ha planteado con seriedad su incorporación al Pacto por México.
Tenemos representación, tenemos propuestas y posiciones definidas, tenemos una agenda de reformas que es anterior al Pacto mismo.
Con nuestra participación en el Pacto, además, oxigenaremos este mecanismo de concertación que tiende a agotarse tanto por su carácter cerrado a sólo los tres partidos tradicionales de México, como por las contradicciones que existen entre esos partidos y los conflictos internos que cada uno enfrenta.
Ampliar el Pacto es ampliar las posibilidades para conquistar las reformas que el país necesita. Ampliar el Pacto es ampliar la representación de la diversidad y pluralidad que distingue a México.
7.- Para consolidar nuestra transición a un partido con representación nacional, verdaderamente competitivo, no vamos a reproducir las prácticas ni la retórica ni los usos de los partidos tradicionales; mucho menos vamos a renunciar a una forma diferente y moderna de hacer política, distinta a la de los viejos partidos. Vamos a transitar a una fuerza nacional y competitiva, manteniendo nuestra comunicación abierta, fresca, verdadera con la ciudadanía, haciendo una buena política, es decir, renunciando a los viejos usos de manipulación, promesas falsas y demagogia. Hacer buena política quiere decir construir alianzas y consensos, representar realmente los intereses de la ciudadanía; reivindicar las demandas de las mayorías; sacrificar incluso intereses inmediatos en bien de los intereses estratégicos del país; y de manera muy particular, no sacrificar los intereses de los mexicanos para privilegiar los intereses de las burocracias, las élites y los aparatos partidistas.
8.- Esta visión de futuro requiere una reforma de nuestros estatutos y documentos básicos. Mantendremos, insisto, la agenda reformadora y el perfil liberal, así como la alianza estratégica con el magisterio nacional.
Pero necesitamos una organización más moderna, eficiente y eficaz. Necesitamos órganos de dirección nacionales, estatales, municipales y distritales con mayor capacidad de acción y de gestión. Requerimos mecanismos definidos para incorporar a nuestras filas a más ciudadanos y más organizaciones de la sociedad. Necesitamos igualmente incorporar liderazgos sociales estatales y municipales. Vamos a trabajar en una reforma estatutaria que recoja, exprese y haga posible nuestra visión de futuro.
9.- Con esta visión de futuro y la reforma estatutaria que impulsaremos, vamos a ser el partido más transparente de todo el país. La transparencia y la rendición de cuentas son el marco que mejor define el grado de democracia, responsabilidad y representatividad de cualquier organización social o política.
Nueva Alianza será ejemplo de transparencia y rendición de cuentas. Dejaremos la opacidad a los viejos partidos, a los partidos tradicionales. Cada ciudadano, cada organización que se sume a Nueva Alianza, lo hará orgulloso de pertenecer al partido más moderno, más transparente, más representativo de México.
10.- Nueva Alianza será el partido de oposición responsable, institucional y firme. Un partido para la estabilidad, la concordia y la unidad nacional. Pero lo será ejerciendo cabalmente su función opositora.
Nadie gana nada —ni la democracia ni gobierno alguno— cuando la oposición política se convierte en compañía o voz complaciente del poder político y económico.
Como oposición, Nueva Alianza cumplirá su función crítica y propositiva; sin desafíos ni provocaciones; pero con firmeza, claridad y siempre dentro del marco legal y democrático.
México no necesita partidos opositores del siglo XX, que se plegaban a la agenda del partido hegemónico.
México, los mexicanos, necesitamos partidos modernos, partidos democráticos, partidos del siglo XXI que sepan ser oposición para construir alianzas y convergencias que beneficien al país y no a unos cuantos.
La democracia sin resultados de los últimos dos sexenios, no debe sustituirse por una democracia sin oposición para dar resultados.
Se pueden lograr las reformas, se puede dar resultados, se puede tener una democracia eficaz, si contamos con verdaderos equilibrios y verdaderos partidos de oposición: que sean representativos, que sean críticos, que sean responsables y propositivos.