
Respuestas
-Aguinaldos en municipios
-Finanzas locales limitadas
-Pendiente en la Agenda de cambios
OAXACA, Oax. 19 de diciembre de 2013 (Quadratín).- Estos días muchos empleados públicos saldrán de vacaciones, algunas dependencias cierran por completo, excepto los servicios de salud, seguridad, turismo, financieros; otros trabajarán a medio gas, incluidos los medios de comunicación, sin embargo son días de mucho trabajo para los funcionarios fiscales de los tres órdenes de Gobierno. Días de angustia para los responsables del gasto, en estados y municipios con sufrimientos para pagar los aguinaldos, presionados por sus acreedores de corto plazo –proveedores y prestadores de servicios- agobiados por la crisis de las finanzas locales, desesperados porque sus principales ingresos –las participaciones- están apenas en sus niveles reales de 2008 y porque el potencial recaudatorio de sus ingresos propios es muy limitado.
Igual sucede con los responsables de recaudar los ingresos en el ámbito municipal y estatal, arrepentidos, unos por no cobrar bien el predial, o no cobrarlo, otros en el estatal, porque por razones políticas decidieron no cobrar el clon de la tenencia o porque deprimieron su base, de tal manera que recaudan poco o nada, incluso hay quienes dan subsidio a los vehículos que costaron hasta 450 mil pesos, y otros de plano no lo cobran, como Morelos o Puebla.
Se quedan algunos que extrañan los excedentes petroleros que recibieron a través del FIES de 2003 a 2008, sobre todo gobernadores actuales que fueron secretarios de finanzas en esos años. Si han hecho cuentas verán que los ingresos de la tenencia que cobraban entonces como colaboración administrativa, más los excedentes petroleros, sumaban alrededor de cincuenta mil millones de pesos que hoy ya no tienen. Entre los dos equivalían a dos meses de participaciones, ¡ más del noventa por ciento de sus ingresos en efectivo!.
Recuerdo una reunión de CONAGO en 2006 cuando se especulaba si habría o no excedentes ese año, un Gobernador dijo que entendía la explicación de lo volátil de ese recurso pero argumentaba “que ya se había acostumbrado”. Afortunadamente en 2006 les fue muy bien en participaciones respecto a lo estimado, en aportaciones –el PAFEF equivalía al 1.8 % de la RFP_ y en los excedentes petroleros, pero después empezaron sus penurias, cuando el PIB reduce su ritmo en 2007 y 2008 y se cae en 2009, les bajan el ahora FAFEF y les dejan de pagar excedentes a partir de 2009.
Las penurias municipales han sido crónicas, pero claro con ingresos crecientes las soportaron, o los estados les ayudaban con anticipos, sin embargo, hoy las cosas son distintas: la mayoría d las finanzas estatales están quebradas, con ingresos deprimidos y problemas de gasto como los pari passus o el gasto en educación básica; en varias entidades federativas no les pagan correctamente sus participaciones, como señala la Ley de Coordinación Fiscal, algunos por sus propias penurias financieras. Por supuesto que no los pueden rescatar y pocos tienen accesos a créditos de corto plazo para pagar sus compromisos laborales y algo a sus prestadores de servicios.
El problema económico de lo haciendas estatal y municipal es real, además del gran desconocimiento que tienen ediles y cabildos sobre su hacienda pública, lo cual los hace fácil presa de abusos –a veces desesperados- de los responsables de las haciendas estatales. Es raro el que se da cuenta, y aun sabiéndolo a veces es imposible que se les regrese por el propio estado de las finanzas estatales y porque equivocan el conducto.
Si las medidas fiscales aprobadas por el Congresos funcionan recaudatoriamente, automáticamente se incrementarán las participaciones y por tanto las ingresos locales, si no el problema se incrementará. Ante la imposibilidad de cambiar las fórmulas hacia atrás, no queda más que se incremente el porcentaje participable, pero ahí entra el problema de la crisis fiscal de las finanzas centrales o nacionales.
Muchos empleados municipales e incluso algunos estatales, que además de no tener sus pensiones seguras, seguramente no verán sus pagos de aguinaldo hasta el próximo año.
Igual sucede con los acreedores y prestadores de servicios a quienes se les deben muchos recursos, con el riesgo que esto implica para la actividad empresarial.
*Ha sido Presidente del Colegio Nacional de Economistas