Inicia este jueves la jornada 13 de la Liga de Expansión en Morelia
LOS ÁNGELES, California. Oax. 3 de enero de 2014 (Territorio Score).-Sin duda fue la historia del 2013, es más hubo quien se quejó de que esos niños ya los veían hasta en la sopa, o que ya se estaban “corrompiendo” por tanto viaje y poco estudio, pero una y otra vez el presidente de la Asociación de Basquetbol Indígena de México (ABIM) Sergio Zúñiga dijo que si los niños no cumplen con un promedio de 8.5 en la escuela, que ayuden en las labores de la casa y que conserven el habla de su lengua materna, los niños no pueden viajar.
Esa historia sólo la saben quienes se acercan a ver a los llamados “Gigantes descalzos de la montaña”; Melissa del Pozo, corresponsal de Noticias Mundo Fox, es una de las corresponsales en Estados Unidos que viajó a Oaxaca, México para narrar la historia desde la región triqui.
En Estados Unidos, dio puntual seguimiento a cada una de las actividades de los basquetbolistas de la ABIM y en entrevista sostiene que más que una enseñanza que les pueda dar, “ellos me han mostrado en verdad como luchar contra las adversidades”.
Fue a través de las imágenes que se difundieron en las redes sociales en donde ellos juegan descalzos cuando se generó este fenómeno mediático, viajes a Argentina, República Dominicana y Los Ángeles pero ¿cómo lo ven los medios el suceso desde este lado del mundo, en este caso Estados Unidos?
-Creo que la tarea la hicieron los medios de comunicación de México que empezaron a difundir su historia, la percepción que se tiene sobre ellos en el extranjero es curiosidad y atención, sobre todo están sorprendidos por la capacidad de niños tan pequeños que juegan descalzos, eso los tiene asombrados.
Es más creo que hemos fallado como reporteros o periodistas, para poder saber contar historias que conecten a ambos países y ésta era una de ellas.
Una de los principales ventajas que veo en ellos es que su mentalidad se han transformado, ya se dieron cuenta que no es la única forma de tener éxito en su carrera o en el mundo no es sólo migrar, sino que se puede hacer a través del deporte, que es uno de los puntos más loables del proyecto.
En Estados Unidos se tiene la percepción que el mexicano solamente migra, cruza la frontera de manera ilegal, sufrimos discriminación, entonces lo que vinieron a hacer estos chicos es una gran lección para los medios americanos, que se quiten la idea que el mexicano roba, comete delitos, que sólo hace trabajos menores que arregla el jardín, o arregla las camas en los hoteles, esa es la gran lección para los medios norteamericanos.
La visita a otros países no fue como la que se tuvo en Los Ángeles, sí los veían con asombro, admiración –tal vez sea por la cercanía o la comunidad mexicana que aquí existe— pero el recibimiento de la gente, el revuelo mediático ha sido distinto ¿a qué crees que se debe?
-Estos fenómeno de saber, de enterarse de cómo viven los niños en la Sierra, no existe en los Estados Unidos; es decir hay un estándar de vida que va de la pobreza hacía arriba, los estadounidenses no conocen realmente las condiciones marginales en las que se viven en México.
Considero que al hablar sobre ellos, narrar las condiciones en las que viven creó un fenómeno más importante en los medios, porque –insisto—los norteamericanos no saben qué es comer una sola tortilla al día, las comodidades de vida de ellos no se compara con de los niños. “Recalco eso los sorprende”.
Entonces esa idea que el mexicano solo arregla los jardines, que sirve platos o los lava, se ha diluido y eso los tiene sorprendidos.
Y estos días de convivencia ¿qué impresión te dejan los niños triqui?
–Además de periodistas, somos seres humanos y la convivencia que he tenido con los niños, aprendí mucho más de ellos, que yo les pueda dejar; más allá de enseñarles una cámara o un micrófono, verlos felices, contentos; me han dado la lección de lo simple que se puede disfrutar las experiencias de vida.
Estos niños son verdaderos guerreros no se complican para nada, todo para ellos es jugar, es la edad de la inocencia y esas cosas, pero han enseñado que la vida es más simple de lo que uno se imagina, que las barreras y complejidades nos las ponemos nosotros.