Quiénes somos | Cipriano Miraflores
APOALA, Nochixtlán, Oax. 8 de enero de 2014 (Quadratín).- Me’í ñuú yuta cana, ni caaco, hi yito toyico, a yiro ñúcu ni ca’aco, ivi ñallivi; hi ñaá, hi tá; Ña yo’o cuna ni chica’a ñuú tavi. Jucu cañi tuti, ni taa, tá thia.
En medio del pueblo, donde pasa el río, nació un árbol, un Sabino. De ese árbol nacieron dos personas, un hombre y una mujer. Ellos fueron quienes fundaron los pueblos mixtecos, según lo escribieron en el Códice los hombres sabios:
“Jucu dhicani, na sa va’a; Jucu nicavaa na sano; yo’o ni caco ñallivi; jani cavana ñuú tavi”.
La fundación de la cultura mixteca, inscrita en los códices, es uno de los aportes que hasta nuestro día se conservan intactos.
La traducción del mixteco al español ha servido para conservar el concepto de creación que tienen los mixtecos. Aquí, la mujer no fue creada de la costilla del hombre. Tampoco se inscribe que el hombre desciende del mono. El hombre y la mujer nacieron de un sabino, un árbol fuerte, frondoso.
“Yo’o cu yoohó; ñu’ú hí quia; yuta cana, yuta caco; yuta, tocuii, toyico cu tá tavi. Apoala cu e’eo, ve’e cano na cu nuu, na jathaco, na thia, na dhi cani ini, na dhichi vaá. Jucu ni caha tajiyaá, ña cuyoo nava’a Apoala. Cuñu toyico cu yo’o, yito vaá. Tá thaco, jhé tavi. Nisaraa dhicurá cua ñuu un jathacora. Jucu Nisaraa yucu tú; nú ni naraa shi thandi. Hí cu ní; shi juchithiá ni jayará lleye yucu. Ni saini jani cunderá ni sanirá thandi. Nishia’á juni yucu tú.”
Aquí es la raíz; tierra bendita, sagrada es; río que brota, río que nace; río, agua, sabino es el hombre mixteco. Apoala es nuestra casa, casa grande del principal, Rey, el que tiene mando, el que sabe, el que piensa, el inteligente, sabio. Así lo dijo el águila, que somos de raza noble de Apoala. De carne de sabino somos, del árbol noble. Hombre fuerte y valiente, guerrero mixteco, que se fue en busca de muchas tierras, donde reinar, gobernar. Así llegó hasta el cerro, monte negro, Tilantongo, en donde peleó con el sol. Durante un día entero, con el arco le lanzaba fechas de monte. Ya en la tarde pudo matar, vencer, al Sol, muriéndose éste en la cima del monte negro.
Jucu thicani tu’u tavi, Jucu ni jananará tavi nu tuti; ña ivi thicavi viti; jo thicani thiá sa’a yoho tavi. The ni quishió; tá yoho cu tatayo, ta ni cana, toyico, ja nisaraá yucu tú, chicará tá tavi.
Apoala es tierra sagrada de los Dioses del Sol, del viento y toda la naturaleza. De la mujer y el hombre que brotaron del sabino, se fueron haciendo muchos. 7 venado garra de jaguar. 1 flor y su esposa 13 flor. 5 viento y señora 9 lagarto.
Así conquistaron los mixtecos su territorio. Apoala es un sitio que puede visitar. Encontrará bellezas naturales y podrá convivir con los vestigios de la cultura mixteca.