Diferencias entre un estúpido y un idiota
OAXACA, Oax. 29 de enero de 2014 (Quadratín).-En la ciudad podemos ser otro. Hay tantos ex senadores de la república, artistas que se confunden entre las aves, gobernantes que caminan por la calle sin que nadie los reconozca.
Las calles de la ciudad ofrecen rutas inagotables. Los hombres llevan sombrero con un dejo de coquetería.
Por todos lados se escucha salir la música de las ventanas, la luz mercurial es un asunto público.
Los jóvenes discuten sobre las corrientes literarias en boga. Los niños crecen a la sombra del basurero de la esquina y en pestañazos se convierten en figuras públicas.
El suicidio es una noticia que publican en las páginas interiores los diarios.
El viento de la tarde sólo es asunto lírico que pone la carne de gallina a las adolescentes que andan con blusa sin mangas.