“…que le están degollando a su paloma”
OAXACA, Oax. 25 de febrero de 2014 (Quadratín).- La leyenda negra del enemigo público número uno está escrita con la sangre de 20 mil muertos –caídos entre 2006 y 2010–, por lo menos.
Si el Patas Cortas –como también lo apodan por su 1.55 metros de estatura– gozó de libertad por casi década y media, se debió a la amplia red de corrupción tejida y aceitada por él en todos los niveles de poder… y color político. Las complicidades con las cuales contó para fugarse del penal de Puente Grande, Jalisco, son tan evidentes como la fuga misma. Nadie rompe un cerco de seguridad por fuera; nada más se puede romper por dentro. Que policías federales, estatales y municipales no lo hayan capturado después del ‘golazo… azo… azo’ que le metió a Vicente Fox, resulta aún más sospechoso.
Estados Unidos lo ubica como el Osama Bin Laden mexicano; el Al Capone de nuestros tiempos; la versión recargada del colombiano Pablo Escobar Gaviria… algo así como Don Corleone a la décima potencia… sin exagerar.
El Chapo no sólo es líder del cártel de Sinaloa, es mucho más.
Está calificado como el narcotraficante más notorio del mundo; como un gran empresario multinacional con presencia en 23 naciones –Australia incluido–.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, El Chapo maneja la mitad de la droga comercializada en su territorio –el mayor mercado mundial–. Según la agencia antinarcóticos de la Unión Americana –DEA–, cuando menos de la cuarta parte.
Para el Gobierno de México Joaquín Guzmán vale 30 millones de pesos; para la DEA, 5 millones de dólares. Según la revista Forbes, El Chapo acumuló un capital valuado en más de 1 mil millones de billetes verdes, por lo cual lo ubicó –en 2012– como el multimillonario número 1 mil 115 –aunque Forbes nunca explicó cómo logró el cálculo de tal fortuna– y uno de los hombres más poderosos a nivel mundial.
Los negocios de El Chapo representan ganancias fabulosas y nebulosas.
Algunos estiman una fortuna entre 18 mil y 39 mil millones de dólares anuales; The New York Times –más conservador– habla de 3 mil…y compara los ingresos anuales del Cártel del Pacífico con los de Facebook y Amazon.
Para el Gobierno de México, El Chapo Patas Cortas no tiene precio, por todo lo que sabe… y para averiguarlo le van a taladrar el cerebro hasta exprimirle la última gota de información…
Cuanto sea, al capo de capos Estados Unidos lo reclama a gritos.
Como era de esperarse Washington le pasa a México la factura de sus servicios satelitales de detección de llamadas, uso de drones y otros sofisticados artilugios de espionaje.
Allá lo esperan para responder por siete cargos ante la fiscalía federal de Nueva York, como responsable de distribución internacional de cocaína y utilizar sicarios para cometer asesinatos. También tiene celda reservada en la ciudad de Chicago.
En total, El Chapo acumula acusaciones por más de 35 cargos en seis jurisdicciones federales de Estados Unidos… y aun no está claro dónde podría ser enjuiciado, en caso de que México autorice la extradición solicitada desde el 17 de febrero de 2001.
En México habrá de responder a 66 averiguaciones; hay registros de seis ordenes de aprehensión y reaprehensión en cinco estados de la República.
Si El Chapo pierde un eventual juicio de extradición, la PGR podría entregarlo sin necesidad de que los procesos en México hayan concluido… ahora falta ver si México –una vez más— cede a las presiones de una extradición fast track o se dispone a negociar con habilidad política y diplomática para demorar el procedimiento… por lo menos hasta el fin de la administración de Peña Nieto.
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