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CIUDAD IXTEPEC, Oax. 9 de marzo del 2014 ( Quadratín).- Con una misa en la capilla construida con techo de lámina y un Cristo en la pared, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra celebró los siete años de fundación del albergue “Hermanos en el camino” en esta comunidad zapoteca.
El cura católico recordó que la primera acción realizada en los terrenos recién adquiridos, fue una misa el 11 de febrero del 2007, aunque de manera formal las actividades comenzaron el 26 de marzo del mismo año, con el refugio de casi mil migrantes procedentes de Arriaga , Chiapas.
Para Solalinde Guerra en siete años el albergue se convirtió en uno de los bastiones de lucha por el respeto de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos en México, por lo que grupos afectados en sus intereses han dificultado el avance y solicitado su cierre.
Los peores obstáculos encontrados en el camino, dijo, son los grupos delictivos como Los Zetas, el Cártel del Golfo, policías ( federales, estatales y municipales), además de la ceguera y la corrupción de autoridades cómplices, sobre todo del PRI y en Oaxaca del gobierno que encabezó Ulises Ruiz Ortiz.
Entre los logros se sintió satisfecho por los 48 albergues existentes en toda la ruta migratoria y la Nueva Ley de Migración, aunque deseó que fuera más efectivo y real, el avance en la sensibilización de algunas autoridades en materia de migración.
“Falta mucho por hacer, pero uno de nuestros sueño es que se vea al migrante como hermano y no como un criminal, que el trabajo de los defensores no sea criminalizado como hasta ahora”, dijo.
Durante su mensaje eucarístico agradeció el trabajo incondicional de las mujeres, pieza importante del engranaje que mueve el espacio.
“Los jóvenes y las mujeres son nuestros ángeles. Ellos son los seres más sensibles, los que más apoyan a los hermanos migrantes. Sin ellos tendríamos más carencias”, recalcó el presbítero.
El albergue de migrantes Hermanos en el Camino se mantiene con el apoyo de personas altruistas, comerciantes y cada mes, de manera puntual, Alejandro Solalinde Guerra recibe de su familia mil 500 dólares. A pesar de todos los apoyos, el refugio a veces pasa momentos difíciles para solventar todos sus gastos, aún así ha logrado sobrevivir siete años.
El albergue fue creado para ofrecer asistencia humanitaria e integral (alimento, posada, apoyo psicológico, médico y juridico) así como orientación a nuestros hermanos migrantes de Centro y Sudamérica, Asia y África, que se encuentran en su mayoría, en trayectoria a los Estados Unidos.
Al espacio llega a solicitar refugio sólo el 20 por ciento de los migrantes procedentes de Arriaga, Chiapas, trepados en el tren, el 70 por ciento trae “coyote” y se distribuyen en hoteles, moteles y casas, mientras que el resto queda disperso en las vías del ferrocarril.