Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
MÉXICO, DF. 30 de junio de 2014 (Quadratín).-1.- Lo de menos es el resultado. Lo importante es que el futbol mexicano mostró un ascenso técnico impresionante.
2.- Pero llegó la hora de que el Estado –el gobierno federal, el congreso, los gobiernos estatales y las universidades públicas– le entren a la reorganización política del deporte de las patadas para quitarle el control a los tres magnates que han comercializado el futbol: Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego y ahora Carlos Slim.
3.- El futbol se ha comercializado. Los jugadores están más interesados en lograr comerciales que anunciar y en venderse en equipos del extranjero, lo cual no está tan mal de no ser que se trataría de un negocio de los dueños.
4.- El gobierno necesita tomar el control del futbol amateur, promover ligas intermedias y someter a control estricto a los poderes fácticos del futbol.
El ambiente nacional de apoyo a la selección fue ahora mucho mejor que nunca antes, lo cual revela el efecto psico-social y político del deporte de las patadas.
5.- El efecto social del futbol se transformó en consenso político, al grado de que se llegó a imponer en las redes la impresión de que la participación mexicana estaría atada a las reformas estructurales en el Congreso y hasta obligó al Congreso a precisar tiempos y circunstancias. El presidente de la república logró socializar el papel de la selección en el ánimo nacional, dejando la impresión de que México podría llegar a la final.
6.- El futbol mexicano es el deporte más importante en el país. De ahí la urgencia de que el Estado se lo quite en control a las televisoras y consolide una confederación nacional de futbol regulada, protectora de los derechos de los jugadores y sobre todo promotora del deporte profesional.
7.- La UNAM, la UdG y la Universidad de Nuevo León que poseen equipos deberían abandonar la primera división donde se manejan intereses políticos y poderosamente económicos y construir una liga estudiantil semiprofesional similar a la colegial del futbol americano en los Estados Unidos. De otra manera, universidades públicas estarían avalando con su participación una estructura comercial del futbol que sólo responde a los intereses de las televisoras, de los patrocinadores y de las empresas que contratan a los futbolistas para anunciar productos.
8.- El Congreso debe regular el deporte profesional que hasta ahora ha estado al garete y presa de los intereses comerciales y de transmisión televisiva.
De nueva cuenta se debe atender el hecho de que la transmisión por televisión es el gran negocio pero al mismo tiempo las televisoras son dueñas de equipos y por tanto influyen en su regulación a partir de sus intereses.
9.- La Federación Mexicana de Futbol es controlada por Televisa, el equipo América de Televisa fue la base de la selección y el entrenador Miguel Herrera fue prestado por el América-Televisa. En estos procesos nada tuvo que ver el deporte sino el control televisivo del futbol. El presidente de la Federación es Justino Compeán, un ex ejecutivo de Televisa. Y el gobierno federal y el Estado carecen de instrumentos regulatorios del futbol. Al final, la Federación obedecemás a la FIFA que a los intereses mexicanos.
10.- Lo malo de todo es que la organización de las diferentes selecciones de futbol es de las televisoras pero el clima de apoyo es social al grado de convertir a los jugadores en representantes del orgullo nacional. La sicología política del futbol ha influido en estados de ánimo nacionales.
11.- Regular legalmente el futbol, proteger a los jugadores, promover el deporte amateur vía ligas colegiales de universidades podrían meter ordenen el futbol que hoy es un negocio de empresarios, televisoras y anunciantes, aunque explotando el ánimo nacional de una sociedad en crisis que necesita de referentes morales.
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@carlosramirezh