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OAXACA, Oax. 9 de julio de 2014 (Quadratín).- A pesar de que pueden ser refrescantes, de un sabor atractivo y que pueden efectivamente calmar la sed, las bebidas gaseosas consumidas en exceso no son saludables ya que pueden provocar enfermedades que desafortunadamente en la actualidad son muy comunes, como la diabetes tipo dos, obesidad, hipertensión arterial, problemas de triglicéridos e hígado graso, entre otras.
La nutricionista dietista Mónica López Moreno, titular de la Jefatura de Nutrición del Hospital General de Zona Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Oaxaca, afirma que a pesar de que la población conoce cuáles son algunos de los efectos nocivos que tienen las bebidas gaseosas en nuestro organismo, no las deja de consumir porque prefieren tomar líquidos endulzados.
Refiere que los componentes más perjudiciales en las bebidas gaseosas son el azúcar, la cafeína (bebidas de cola), la cual aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis, así como también puede producir aumento de la frecuencia cardiaca.
Otro problema que presentan los refrescos es la gran cantidad de gas contenido dentro del agua, puesto que su acumulación puede provocan digestión distendida, tránsito lento e incluso reflujo, esto al momento de devolverse en contra de la gravedad para salir por la boca.
Otro de los efectos adversos de las gaseosas son también los colorantes, estos tiene altos niveles químicos que podrían ser causantes de agentes cancerígenos, sin mencionar que las bebidas de cola tienen un nivel de cafeína muy alto y además tienen un PH muy bajo, son de hecho, más ácidas que beber jugo de limón, refiere López Moreno.
Ante este panorama, la nutricionista del IMSS, López Moreno, exhorta a la población a beber agua natural e invita a la población a incorporar las aguas de hierba, los jugos de frutas naturales y el té, los cuales aporta antioxidantes.
La especialista precisa que no se trata de prohibir el consumo de gaseosas, lo importante es limitar su ingesta.