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JALPAN, Oax. 10 de julio de 2014 (Quadratín).- El diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Anselmo Ortiz García propuso ante el Congreso de Oaxaca una iniciativa que de mayores atribuciones al Poder Ejecutivo para atender la problemática de los migrantes.
Durante la sesión, en San Raymundo Jalpan, el legislador expuso que las atribuciones consistirían en la aprobación de un Programa Estratégico de Protección y Apoyo a los Migrantes y sus familiares para el estado de Oaxaca.
Además de incrementar la participación del Instituto de Atención al Migrante, en sus labores de coordinación y cooperación con otras dependencias del Poder Ejecutivo, Ayuntamientos y algunos Órganos Autónomos como la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Así como su intervención en la elaboración de criterios de Ejecución y Evaluación de los Programas y Políticas enfocadas a los migrantes y sus familias.
Anselmo Ortiz consideró que una participación más activa de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, daría asesoría a migrantes y ayudaría en la “aplicación de indicadores” para medir periódicamente la situación que guarda el estado de quienes se ven en la necesidad de abandonar su lugar de origen y salir en busca de un mejor futuro.
El legislador perredista propuso que se promueva en los Ayuntamientos con perfil migrante predominante, la elaboración de un programa específico que les permita atender con mayor eficacia y responsabilidad las necesidades o problemáticas de sus paisanos ausentes.
Además, impulsar figuras como el Registro Estatal de Migrantes y el Consejo Consultivo del Instituto del Migrante, que tienen como propósito la inscripción voluntaria de los migrantes, nacionales y extranjeros, y sus familiares para facilitar el otorgamiento de servicios y su ubicación, así como para fines estadísticos y de planeación, y sin duda, favorecer la participación ciudadana.
El diputado Anselmo Ortiz justificó su iniciativa porque Oaxaca ha sido una entidad federativa que se ha caracterizado por tener un alto porcentaje de población migrante.
“Regiones como la Mixteca y la Sierra Norte, destacan desde hace décadas por el crecimiento permanente de la cifra de hombres y mujeres, que deciden salir en busca de trabajo y un mejor futuro a ciudades del norte del país o los Estados Unidos”, expuso en tribuna.
Habló también de la problemática de los niños migrantes, cuyas cifras reportan 52 mil infantes que buscan ingresar sin documentación a los Estados Unidos.
El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y algunos Organismos Internacionales, no han dudado en calificar esta problemática, como una verdadera “crisis humanitaria”, que desborda la competencia y acción de los gobiernos nacionales y exige la cooperación y coordinación multinacional, agregó.
Dijo que si bien la política y regulación migratoria en nuestro país, se encuentra en el campo de la competencia federal, los gobiernos de algunas entidades de la República Mexicana, han comenzado a dar pasos importantes en la defensa y promoción de los derechos de los migrantes.
La tendencia parece conducir a una “mayor incidencia del derecho local”, sin contravenir las normas federales o el derecho internacional, argumentó.
Es necesario, dijo, atender el fenómeno de la migración con los nuevos y complejos retos que enfrenta este sector.
Propuso replantear el modelo de participación, coordinación y cooperación que requieren algunas dependencias de la Administración Pública Estatal, del Instituto de Atención al Migrante, los Ayuntamientos y algunos Órganos Autónomos como la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Existe un consenso respecto de la necesidad de impulsar una verdadera “agenda social”, que eficiente la actuación de las autoridades, sea contribuyendo en la protección de los derechos de los migrantes y sus familias o desplegando acciones y políticas que defiendan el “derecho a no migrar”, es decir, otorgando oportunidades de desarrollo y crecimiento personal en sus localidades de origen.
Anselmo Ortiz consideró que se tiene una deuda con los migrantes mexicanos y oaxaqueños, por lo que su atención significa revisar profundamente la agenda social, que hasta ahora no ha podido brindarles una oportunidad de desarrollo a miles de mujeres, hombres y niños oaxaqueños.