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MÉXICO, DF, 24 de agosto de 2014 (Quadratín).- El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) de México ha identificado grandes discrepancias en las cifras sobre criminalidad reportadas por las dos grandes fuentes estadísticas oficiales del país, lo que plantea dudas sobre la validez de los datos actuales que señalan una fuerte caída en el número de homicidios dolosos, destaca un artículo especial que publica este domingo el sitio especializado en seguridad In Sight Crime.
Tras analizar los datos de 2013 que fueron reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el ONC encontró grandes diferencias que según dijo, indican que las procuradurías estatales estaban usando sistemas inconsistentes para recopilar y registrar información sobre los crímenes.
En algunos casos, la información reportada por INEGI y el SESNSP muestra tendencias criminales contradictorias en el mismo estado. En Puebla, por ejemplo, el INEGI reportó un aumento del 17 por ciento en los homicidios entre 2012 y 2013, mientras que las cifras del SESNSP mostraban una disminución de cerca del 26 por ciento en el mismo estado y sobre el mismo período.
“No contamos con información confiable para contar con un diagnóstico sobre la violencia en nuestro país”, afirmó el director del ONC Francisco Rivas aIn Sight Crime.
El presidente Enrique Peña Nieto ha buscado resaltar los éxitos en seguridad de México, afirmando recientemente que durante los primeros seis meses de 2014, la tasa de homicidios había caído un 27 por ciento con respecto al mismo período en 2012. Aún no está claro de dónde obtuvo esta información, y el informe del ONC abre interrogantes sobre la confiabilidad de las cifras que han sido reportadas por ambas fuentes.
Aunque el ONC atribuye las diferencias entre las cifras de INEGI y SESNSP a variaciones en la metodología, es posible que los cálculos políticos sean también parte de la ecuación. Muy a menudo, las estadísticas sobre criminalidad son manipuladas por los gobiernos que quieren que la información encaje con las narrativas de seguridad que desean presentar.
Sin importar cuánto hayan bajado las tasas de homicidio, Peña Nieto parece estar perdiendo la batalla estadística en lo que tiene que ver con sus propios niveles de aprobación.
Además, el público mexicano parece tener la percepción de que la seguridad está empeorando, cosa que puede estar conectada al hecho de que aunque los homicidios aparentemente han bajado, crímenes como el secuestro han continuado en aumento.
(El artículo en inglés en http://www.insightcrime.org/news-briefs/onc-conflicting-mexico-crime-statistics.)