Ignacio Ovalle: ningún cargo público, pero sí protección
MÉXICO, DF. 10 de septiembre de 2014 (Quadratín).-Silao, en el estado de Guanajuato, es un municipio elegido como sede de importantes zonas Tecno-Industriales, que albergan a empresas tan importantes como General Motors. Continental Automotive. CGS Automotive de México, «Rubena», American Axle, entre muchas otras…
La vida de los habitantes de Silao transcurre en esa a veces desesperante tranquilidad provinciana. Sus habitantes sólo leen noticias muy locales, como el robo de una bicicleta, o un asalto con arma blanca. La sofisticación del crimen aún no tiene presencia en la comunidad.
En ese escenario realiza su trabajo periodístico Karla Janeth Silva. Casi un servicio a la comunidad, un servicio importantísimo porque informa, en el diario para el que es corresponsal – El Heraldo de León – de los hechos que ocurren en el diario vivir: notas de la política municipal, de asuntos policiacos, educación, economía (la zona es un centro importante de las inversiones japonesas en la industria automotriz y de las actividades sociales que realiza la “alta” sociedad silaense.
Noticias como esa de que los elementos de la policía municipal no suelen ser vistos por las calles de la zona centro de la ciudad, donde se encuentra la mayoría de los comerciantes establecidos, mientras que el día en que se aparecen lo hacen sin armas y sin una radio para comunicarse.
A principios del mes, Karla publicó una nota dando a conocer una fuga de aguas negras que afectaba a los vecinos de una zona residencial irregular, de gente pobre, y que algunos niños ya sufrían problemas de salud. E inclusive que ya tenían que enfrentarse a la inseguridad.
Pues por ese sencillo trabajo periodístico, sencillo pero trascendente para los lectores de El Heraldo de León, Karla Janeth fue “premiada” con una golpiza propinada por criminales desconocidos. Fue atacada a golpes y amenazada por un grupo de sujetos, quienes el jueves irrumpieron en la redacción del periódico “El Heraldo” para agredirla.
Los agresores la golpearon con brutalidad a Karla, causándole heridas en el rostro y cuerpo, y además agredieron a la asistente de oficina y dañaron el mobiliario.
Antes de la agresión, la joven reportera platicó con uno de sus compañeros que por la mañana varios individuos de mal aspecto acudieron a buscarla a su oficina. “Me dijeron que se veían de mal aspecto”, le dijo y advirtió que “temía que fuera a ocurrirle algo malo”.
“Parece que me quieren hacer algo, quiero que sepas por si me pasa algo, unos malandros han preguntado varias veces por mí, aquí en mi oficina”, comentó la periodista a un directivo del periódico, poco antes de los hechos. El Ministerio Público tomó la declaración a Silva sobre el ataque.
La joven periodista – complexión delgada, 24 añitos y novel corresponsal del periódico leonés – fue hospitalizada con lesiones graves y con un edema cerebral.
Tras el ataque, El Heraldo denunció que la periodista recibió reclamos del alcalde del municipio de Silao, Enrique Benjamín Solís Arzola, del PRI, por su trabajo periodístico.
“Karla Silva ha sido crítica con la pésima administración que encabeza Benjamín Solís Arzola, al denunciar la carencia de servicios municipales, la inseguridad, falta de transparencia y el derroche de recursos en ese municipio, lo que ya le había valido reclamos directos y el bloqueo a su trabajo por parte de funcionarios municipales. La periodista reiteradamente había comentado, en ocasiones anteriores, su temor por ser víctima de represalias”, escribió “El Heraldo” en su página web.
Y las represalias llegaron con saña. La fotografía de Karla no deja ningún lugar a dudas. Pudo haber sido muerta por la golpiza. No cabe duda, ante esta enésima agresión a un periodista, que México tiene el palmarés de ser uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. ¿Y el Ministerio Público? ¿Y la fiscalía de protección a periodistas? ¿Y la Secretaría de Gobernación? ¿Y los defensores institucionales de los derechos humanos? ¿Y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos? Bla, bla, bla, bla…
@AFDiario @analisisafondo