Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
MÉXICO, DF. 15 de septiembre de 2014 (Quadratín).-El amaranto, grano sagrado para los aztecas, podría convertirse en la estrategia alimentaria del futuro pues científicos politécnicos buscan que la gran resistencia a condiciones climáticas adversas de esta planta pueda transferirse a otros cultivos y mejorar la nutrición de la población.
Científicos del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) unidad Irapuato han descubierto que nueve por ciento de los genes del amaranto se activan para responder a situaciones de estrés como escasez de agua y salinidad de la tierra.
“Los mecanismos que usa el amaranto para tolerar situaciones de estrés abiótico como sequías, salinidad, ataque por insectos, infección bacteriana o por virus podrían tener el potencial de ser introducidos al maíz, al trigo, al arroz y a otros cultivos”, apuntó John Délano Frier, investigador del Departamento de Biotecnología y Bioquímica.
Además, la estructura del amaranto es importante para la salud humana, ya que proporciona un balance de aminoácidos que ayuda a prevenir enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión, y constituye una fuente importante de proteínas, anticuerpos, lípidos benéficos y triptófanos, que funcionan como antidepresivos.
Otro beneficio de la planta es que no requiere fertilizantes químicos para su cultivo sino que utiliza las bacterias promotoras del crecimiento que habitan en la tierra.
El doctor en fisiología vegetal destacó que impulsar el conocimiento y consumo de amaranto es necesario para alcanzar una seguridad alimentaria ante las condiciones ambientales que se auguran, pues el medio ambiente “es un tema del que todos debemos tomar conciencia, cambiar nuestro modo de vivir para ser más responsables con la naturaleza”.
En 2007 el amaranto fue reconocido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) como grano prioritario gracias a la labor de varias organizaciones, una de ellas es la asociación civil México Tierra de Amaranto (MTA), dedicada a promover el cultivo y autoconsumo de este grano en las comunidades queretanas, además de brindarles una fuente de ingresos.
En el mundo se consumen tres especies de amaranto, provenientes de México, Guatemala y otra de algunas regiones de Latinoamérica.
En el caso del amaranto mexicano los principales centros de cultivo se encuentran en los estados de Puebla y Tlaxcala.