Economía en sentido contrario: Banamex
MÉXICO, DF, 25 de septiembre de 2014 (Quadratín).- A los políticos les fascina, y lo peor es que se espinan y se aguantan el dolor, dar coces contra el aguijón.
Para no perder sus privilegios se especializan en repetir falsedades, y lo peor de todo es que ellos mismos creen que se las creen, o si no se las creen se simulan fervientes fieles de una “verdad” hechiza a fuerza.
Este miércoles 23 de agosto, funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se reunieron con los diputados – otros creyentes insumisos – de comisiones ad hoc. Fue un diálogo de sordos con los de la oposición de izquierda y de derecha. Los del PRI obviamente apuntalaron los decires de los comparecientes.
El tema de la reunión fue explicar los llamados Criterios Generales de Política Económica (CGPE) y la iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) para el Ejercicio Fiscal de 2015.
La presentación de los CGPE para 2015 estuvo a cargo del subsecretario Fernando Aportela Rodríguez, y la iniciativa de la LIF, del subsecretario Miguel Messmacher Linartas.
El llamado Paquete Económico está en manos del Congreso de la Unión, cuyos integrantes dicen que la están analizando para aprobarla antes de que concluya el año fiscal. La de ingresos debe estar aprobada el 20 de octubre y la del presupuesto de gasto, el 15 o 20 de noviembre.
El entorno macroeconómico previsto en los CGPE prevé para 2015 un crecimiento económico de 3.7 por ciento, una inflación de 3.0 por ciento, un precio de petróleo de 82 dólares por barril (como si éste no dependiera de los pulpos de NY), y un déficit presupuestario de 1.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un tipo de cambio promedio de 13 pesos por dólar, una tasa de interés al fin del periodo de 3.5 por ciento. Nada nuevo. Lo mismo de lo mismo que nos hemos venido tragando.
La Ley de Ingresos propuesta para 2014 estima ingresos públicos históricos por cuatro billones 003.4 mil millones de pesos, monto superior en 57.1 mil millones de pesos al aprobado en la LIF de 2014, e implica un crecimiento de 1.4 por ciento en términos reales. Ingresos que no toman en cuenta las millonadas que evaden y eluden los grandes empresarios y lo que nunca pagan miles de contribuyentes que se esconden, muchas veces con la complicidad de autoridades.
El gasto neto total pagado estimado para 2015 asciende a cuatro billones 645.2 mil millones de pesos, 12 por ciento real más que lo autorizado en el presupuesto de este año. Insuficiente a todas luces para reactivar la economía. Buena parte se va para pagar sueldos y salarios de la burocracia y otros gastos corrientes.
El paquete económico establece que a partir de enero de 2015 los precios de las gasolinas y el diesel se ajustarán sólo al inicio del año, de acuerdo con la expectativa de inflación, y se mantendrán constantes durante el resto del año, con lo que desaparecerán los actuales deslices mensuales a estos combustibles.
Cifras y más cifras sacadas de la manga. Nunca se cumplen. Son ofrecidas para impresionar. Están demasiado maquilladas. Sobre todo las del crecimiento económico. Es obvio que si la economía creciera 3.7 por ciento el año venidero, ese crecimiento no sería en nada satisfactorio de la demanda de empleos. Una economía que no satisface la demanda de empleos es fallida. Y fuera de los funcionarios hacendarios y los políticos priístas, nadie espera vacas gordas ni espigas abundantes para el año 2015.
Más de lo mismo. Los mismos expertos del sector empresarial no están nada optimistas. Menos cuando Aportela Rodríguez asegura, ufano, impune, que la economía muestra señales claras de un ciclo ascendente y que el Paquete Económico está construido sobre esa fortaleza y beneficios de la reforma hacendaria. Tendrían que echar para atrás varias reformas como el aumento del Impuesto al Valor Agregado en los estados fronterizos, que ha hecho trizas la economía de esas otrora prósperas regiones del país.
¿Les cree usted a Aportela Rodríguez y a Messmacher Linartas? Lamentablemente, con la experiencia de por lo menos 40 años de cubrir las fuentes financieras y ver cómo en Hacienda y en el Banco de México se maquillan cifras y porcentajes, yo no les creo ni el persigno.
Menos les creo cuando ninguno de ellos, y menos Don Luis, voltean los ojos a la fuerza de trabajo. Otro que llegó a la Cámara de Diputados, este miércoles, fue Sebastián Lerdo de Tejada, director del ISSSTE, quien también fue a contar cuentos, cuando sabemos que los servicios que presta esa institución a los empleados públicos es de cuarto mundo, de países sub desarrollados. Y usted, si es derechohabiente, ya lo ha comprobado o puede comprobarlo, si es que logra ingresar.
Pero bueno. Así son los políticos. Todo sea por el puesto, los pingües salarios y las lujuriosas prestaciones. La chichi presupuestal es muy generosa; mana calostro, leche y hasta miel. Y más estar prendido de ella.
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