El primer mes de Sheinbaum
ACAPULCO, Gro., 6 de octubre de 2014.- El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, dijo durante una conferencia de prensa que nunca se ha manchado las manos de sangre y que no tiene nada que ocultar.
Además aclaró que no se irá como asesino ni como un delincuente, lo anterior por el caso de los asesinatos en Iguala.
El mandatario estatal dijo que acepta el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, quién anunció que llegarán elementos de la Gendarmería Nacional, del Ejército mexicano y de la Policía Federal a reforzar la seguridad.
Aguirre Rivero dijo que si su renuncia resolviera la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, no tendría ningún inconveniente en dejar el cargo y aseguró estar dispuesto a ser investigado por las autoridades correspondientes.
Aclaró que desde hace tiempo ya había advertido que muchos policías municipales se encuentran infiltrados con la delincuencia organizada.
El gobernador confirmó que desde este lunes su gobierno mantiene una coordinación con las fuerzas federales y aseguró que se ejercerá acción penal contra quien o quienes hayan participado en los asesinatos, sin importar su filiación política.
Pidió a la población rechazar a los que quieren sembrar el odio, el rencor, la violencia y no nos enfrentemos como hermanos, también pidió que no se distorsione la realidad.
Aguirre Rivero confirmó que en Iguala apareció una manta de ocho metros, en donde lo amenazan de que si no libera a los policías ellos tomarán medidas, pero aclaró que no permitirá que la delincuencia los rete de esa manera.
Dijo que los programas continuarán caminando, no se va a detener más allá de lamentar los hechos y se compromete a dar con el fondo del asunto.