¿A quién corresponde defender?
De ribete, la caída del petróleo
MÉXICO, DF, 6 de noviembre de 2014.-A la inseguridad pública, a la violencia criminal, a los expedientes abiertos de Ayotzinapa – que mantiene en la mente y en el eros las miles de desapariciones forzadas en toda la geografía nacional -, y Tlatlaya, se agrega ahora un virus mortal, que recorre las venas muy abiertas – infartadas – de este México desamorado:
La imparable caída de los precios y el descenso de la producción de petróleo en los pozos mexicanos, porque las petroleras estadounidenses están ordeñando a todo lo que dan sus campos petroleros.
Petróleo e inseguridad pública, así, pasarían a ser un lastre muy pesado, pesadísimo, para la economía mexicana, como lo acaba de advertir BofA Merrill Lynch Global Research (BofAML), para cuyos analistas la economía mexicana continúa “en modo de recuperación” (?), pero ésta es más débil a lo esperado.
Tan es así que, recientemente, la firma redujo su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto mexicano (PIB) para este año, de 2.6 a 2.2 por ciento, y de 4.0 a 3.7 por ciento para 2015, como lo informó a periodistas el economista en jefe para México de la institución financiera, Carlos Capistrán.
Exportaciones petroleras mexicanas a la baja, retraso más prolongado de lo esperado en el impacto del gasto público en el aparato productivo y el cáncer de la inseguridad pública y la violencia pesarían en el crecimiento del PIB. Los principales riesgos externos son entonces un crecimiento más débil de lo esperado del PIB y una normalización desordenada en la política monetaria del Banco de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, sin embargo, porque cree que es su papel como encargado de la política económica, y trata de paliar los efectos de este drama, para no levantar el oleaje de la incertidumbre y la desconfianza, asegura que, si los precios del crudo mexicano siguieran descendiendo y llegaran a ubicarse por debajo de los 70 dólares por tambo, se ejercerían las coberturas petroleras para evitar un mayor deterioro de los ingresos presupuestarios del gobierno. Las coberturas petroleras son pólizas de seguro para ser utilizadas ante una caída abrupta de las cotizaciones del petróleo en los mercados internacionales, y salvar los ingresos públicos.
Pero Videgaray Caso asume el rol de mago, maravilloso mago, cuando asegura que, “a pesar de la caída en los precios del petróleo y la merma que ha generado sobre las finanzas públicas, el gasto público de 2014 y el del próximo año están garantizados” (!).
Ayer, la mezcla mexicana de exportación se ubicó en 74.09 dólares por barril, lejos de los 85 dólares que se establecieron en el presupuesto de este año. Las ventas de petróleo de 2014 prácticamente se han terminado, porque se hacen con seis semanas de antelación, así que el petróleo que México está vendiendo en este momento corresponde a los ingresos de la segunda parte de diciembre.
Pero además, como lo reportó este miércoles el experto en información petrolera, Noé Cruz Serrano, la producción de petróleo en México va en picada. México se convirtió ya en el cuarto país con la caída más pronunciada de producción de petróleo crudo del mundo y está en camino de ubicarse en el tercer sitio.
De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos (EU), entre julio de 2013 y julio de este año nuestro país dejó de producir 95 mil barriles diarios, sólo superado por Angola, Libia y Arabia Saudita. En México continúa cayendo la producción, sobre todo de yacimientos como el de Cantarell.
El reporte operativo de Pemex, correspondiente a octubre de 2014, sitúa el nivel de producción de petróleo crudo del país en 2 millones 364 mil barriles diarios, 176 mil barriles menos que los producidos en el mismo mes de 2013, lo que colocaría a México en el tercer sitio con la mayor caída de producción de crudo del mundo, si los niveles de extracción siguen sin cambio en Angola, que actualmente ocupa ese lugar.
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