Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
SAN FRANCISCO DEL MAR, Oax. 28 de noviembre de 2014.- Después de que concluyó la temporada de huracanes en el Istmo de Tehuantepec, las 4 ‘abuelas solares’ de la Isla de Cachimbo, agencia de San Francisco Ixhuatán en la zona Oriente, iniciaron los trabajos de electrificación en su primera etapa.
Las indígenas zapotecas y huaves de Cachimbo, Rosa Elvia Hernández, Olga Lilia Pimentel, Norma Guerra y María Aidé López , fueron seleccionadas en el 2013 por la Universidad Pies Descalzos (Barefoot College), con sede en la India, en coordinación con entidades públicas y privadas, tanto locales como internacionales, como son el gobierno indio, ONU-mujeres, Enel Green Power y Comité Melendre, para capacitarse materia de energía solar.
La isla de Cachimbo no posee energía eléctrica convencional debido a su posición geográfica, ya que es una franja de tierra entre el Océano Pacífico y el mar Muerto, sirviendo de límite entre Chiapas y Oaxaca, por lo que la capacitación de 5 meses en la escuela hindú ayudará a que sean ellas las que se encarguen de armar las lámparas alimentadas con energía solar a través de páneles, las cuales estarán colocadas en cada una de las viviendas.
El equipo y todos los aditamentos fueron enviados por la universidad hindú y elaborados por otras mujeres que se encuentran capacitándose. Toda la paquetería fue trasladado por lancha el pasado 23 de noviembre desde el embarcadero La Gloria, Chiapas, hasta la isla porque es el único medio de transporte.
En la descarga de los equipos eléctricos participaron integrantes del Comité Comunitario de Electricidad «Sol de Cachimbo» y dos de las abuelas solares. Posteriormente se realizó una pequeña reunión para afinar pormenores. Participaron en esta actividad Óscar Salcido, en representación de Enel Green Power, empresa donante del Barefoot College, y tres integrantes del Comité Melendre; Alejandra Velázquez, Beatriz Morales y Gubidxa Guerrero, organización comunitaria aliada del Barefoot College.
Después de armar las primeras lámparas en el taller de electrificación solar, éstas fueron donadas a la escuela primaria Juan Jacobo Rousseau.
Las abuelas continúan trabajando en el armado de todo los equipos que serán colocados en cada hogar para electrificar la comunidad debido a que ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno ha hecho nada para brindarles este servicio básico.