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MÉXICO, DF, 8 de diciembre de 2014.- Hasta el momento es el sector externo el que se considera como la principal fuente de crecimiento para nuestro país, sin embargo, también estamos ante una situación de la economía mundial que comienza a complicarse pudiendo inhibir el desempeño de la actividad productiva mexicana.
En el análisis económico ejecutivo del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado señalan que aunque la producción manufacturera de los Estados Unidos sigue mejorando, lo que sin duda es un incentivo para que la actividad productiva de nuestro país se fortalezca, también se debe tener en cuenta que este impulso se está concentrando en sectores muy específicos, que si bien tienen una participación relativa importante en la actividad industrial, no es suficiente para hacer que el ritmo de crecimiento económico se acelere en el corto plazo.
Además, el mercado petrolero se está convirtiendo en un factor que puede tener una incidencia negativa en el desempeño de la economía. De continuar la baja los precios internacionales del petróleo, como lo anticipan los expertos internacionales, los ingresos públicos podrían verse afectados a pesar de las coberturas contratadas por la Secretaría de Hacienda y de la depreciación del tipo de cambio. El mercado petrolero se puede convertir en un problema mayor si los precios del crudo se mantienen bajos, ya que esto haría menos atractivo cualquier proyecto de extracción, limitando el beneficio que se espera de la reforma energética e inhibiendo el fortalecimiento de las finanzas del país.
Esto es parte de la razón de que los pronósticos de crecimiento para el 2015 se hayan venido corrigiendo a la baja, aunque refleje un mejor desempeño que en el 2014, lo cual no necesariamente es algo para festejar si se considera que se sigue percibiendo debilidad de la actividad productiva.
En el caso de la actividad interna de México tampoco parece haber señales de un rápido resurgimiento. Si bien el mercado de trabajo formal ha mejorado, las contrataciones se han venido haciendo con salarios bajos, lo cual inhibe un mayor dinamismo del consumo de las familias.
Además, la necesidad de empleo es considerable y consistente con un bajo ritmo de crecimiento de la economía. Entre la población desocupada y la subocupada suman casi 7 millones de personas, que junto con los aproximadamente 14 millones ocupados en el sector informal, es evidente que se requieren medidas inmediatas para iniciar la corrección de este rezago en el mercado laboral, que nos podría llevar varias décadas aún con una tasa de crecimiento del 5% anual.
Por su parte, las finanzas públicas del país enfrentarán dificultades en el mediano plazo, en particular si se decide continuar con un gasto que resulte en déficit y endeudamiento. Es el momento de mejorar la política tributaria para incentivar el pago de impuestos y la inversión.
Además el ejercicio del gasto público que no ha reflejado un impulso importante en el crecimiento de la economía, deberá sin duda ser dirigido más eficazmente. En este entorno, se deben estudiar nuevas formas de recaudación que logren una mayor simplificación y que permitan avanzar hacia un sistema de seguridad universal.
El IVA generalizado con un buen mecanismo de compensación para los estratos de menores ingresos, permitiría incrementar el ingreso fiscal y remediar esta política que hoy beneficia a los que más ganan y más gastan.
Esto es parte de la razón por la que los pronósticos de crecimiento para el presente año y el siguiente se seguirán ajustando a la baja, como lo indica la reciente Encuesta de Expectativas de los Especialistas del Sector Privado que realiza el Banco de México, en la que se anticipa que el PIB del 2014 será 2.19% y 3.51% para 2015, después de que en la encuesta previa se pronosticaron avances de 2.30% y 3.72%, respectivamente.
Es evidente que hay mucho que hacer en materia económica para consolidar un ritmo de crecimiento elevado y sostenido. Sin embargo, no solo esto es importante, la confianza es un aspecto que se ha convertido en un factor fundamental para que el aparato productivo funcione eficientemente.
Actualmente enfrentamos un ambiente de incertidumbre que se ha ido fortaleciendo por la inseguridad, impunidad y corrupción que priva en el país, lo cual podría mellar la confianza de los inversionistas nacionales y externos para invertir sus recursos en nuestro país. Es por ello que una prioridad debe ser realizar los esfuerzos necesarios para mejorar la situación y entonces también la percepción de nuestro país en el ámbito mundial.
Recientemente Transparencia Internacional dio a conocer los resultados del Índice de la Percepción de la Corrupción 2014, en el que México ocupó el lugar 103 de un total de 175 países tras haber obtenido una calificación de 35 puntos, lo que significó una mejora de un punto respecto al resultado del año previo, permitiendo un avance de tres lugares en el ranking mundial.
La posición de México sigue siendo baja si se considera que dentro de América Latina se mantiene 82 lugares por debajo de Brasil y 34 por debajo de Chile, además de que ocupa el último lugar en la clasificación de los países que integran la OCDE.
Es importante señalar que a pesar de la modesta mejora en la calificación, solo en 1995, que fue el primer sondeo del índice de Corrupción, México siempre ha sido calificado por debajo de 40 puntos. Esto refleja que el tema de corrupción no es nuevo en nuestro país y tampoco los pocos esfuerzos para erradicarlo.
Es urgente que las medidas que anunció el Ejecutivo para mejorar la seguridad, la justicia y el estado de derecho se instrumenten lo más rápido posible para mejorar el ambiente de negocios y bienestar de la población, y que haya además, metas de muy corto plazo que permitan a la sociedad percibir un cambio en el país. Que cambien las cosas para que nada siga igual.
En línea con la expectativa de que el ritmo de crecimiento mejorará paulatinamente el próximo año, los indicadores de confianza empresarial mantienen un comportamiento positivo, aunque todavía modesto. En el caso del sector manufacturero, durante noviembre el índice de confianza tuvo un avance de 1.8 puntos respecto al mismo mes del año pasado, lo cual se relaciona con la confianza que se tiene en el impulso que se espera del dinamismo de la economía de los Estados Unidos. En el caso del sector construcción, se observó un aumento anual de 2.5 puntos, comportamiento que claramente está reflejando el mejor desempeño del sector de edificación. Por su parte, el sector comercio reportó una baja anual de 0.4 puntos, situación que se relaciona principalmente con la debilidad que mantiene el consumo.
Por su parte, el indicador de confianza del consumidor tuvo un comportamiento mucho mejor de lo que se anticipaba, toda vez que en noviembre registró un repunte de 4.7%, después de trece meses consecutivos con variaciones negativas. Resalta que todos los componentes del indicador general, tuvieron resultados positivos, sobresaliendo el avance de 11.1% en el que recoge la opinión acerca de la posibilidad de adquirir bienes duraderos. El comportamiento de la confianza del consumidor en noviembre puede estar relacionado con un aumento en el ingreso real una parte de la población que recibió por adelantado su aguinaldo.
De acuerdo con el reporte del INEGI sobre el sistema de indicadores cíclicos durante octubre, el indicador coincidente interrumpió su comportamiento positivo al mantenerse sin cambio en el mes y todavía por debajo de su tendencia de largo plazo. Por su parte, el indicador adelantado tuvo un aumento mensual de 0.1 punto, lo que si bien se convirtió en el octavo mes con resultados positivos, se aprecia una ligera moderación en su ritmo de avance. En conjunto, esto puede estar reflejando la expectativa de un crecimiento más moderado de lo que se anticipa para el próximo año.
El Departamento del Trabajo informó que durante noviembre el mercado laboral no agrícola tuvo una mejora significativa al reportar un inesperado aumento de 321 mil nuevos puestos de trabajo, cifra que es la más alta desde enero del 2012 cuando se generaron 360 mil nuevos empleos. Además el aumento mensual de empleos superó en 91 mil la cifra estimada por el mercado. El mayor dinamismo se observó en el sector servicios, donde se abrieron 266 mil nuevos puestos de trabajo. Le siguió la industria manufacturera con una alza de 28 mil plazas, señal de que el sector productivo se fortalece. De acuerdo con los especialistas, los resultados de noviembre muestran un mercado de trabajo fuertemente mejorado.
El Census Bureau informó que durante octubre el gasto en construcción tuvo un repunte de 1.1% mensual, después de que un mes antes reportara una baja de 0.1%, además de superar la expectativa del mercado que anticipaba un avance de 0.6%. El mayor avance se observó en el gasto en construcción pública, que aumentó 2.3%, principalmente por el impulso de 2.4% en la construcción no residencial. Por su parte, el gasto privado aumentó 0.6%, proveniente del gasto en el rubro residencial que aumentó 1.3%, en tanto que el no residencial se contrajo 0.1%.
Por otro lado, el Institute for Supplly Management señaló que en noviembre el IMS index del sector manufacturero se ubicó en 58.9 puntos, lo que significó una baja de 0.3 puntos respecto al mes previo, aunque superó en 0.7 puntos la estimación del mercado. En el caso del indicador de servicios, se observó un repunte de 2.2 puntos para ubicarse en 59.3 puntos. El mercado anticipaba un nivel de 57.5 puntos.