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OAXACA, Oax. 3 de abril de 2015.-Feligreses católicos participaron en la Procesión del Silencio en la ciudad de Oaxaca la tarde de este Viernes Santo, una tradición de carácter luctuoso que se realiza desde 1986.
Cientos de turistas nacionales y extranjeros presenciaron y admiraron la procesión, en la cual se rememora la peregrinación que los seguidores de Jesús hicieron hacia su tumba tras bajarlo de la cruz.
La historia de la Procesión del Silencio en Oaxaca se escribió hace 29 años y es una caminata ordenada, fervorosa, silenciosa y con respeto, que va acompañada por los sonidos ancestrales de la chirimía y el tambor, así como de la luz que emana de los tradicionales faroles.
Las calles de esta ciudad con una atmósfera colonial, son el escenario por donde pasa primero una cruz y los ciriales; después le siguen los estandartes bordados en plata o en oro, portando relicarios de valiosa antigüedad.
Siguiéndole van las damas de la Tercera Orden de Santo Domingo que acompañan al Señor de la Columna.
Con vela en mano, las personas se unen a esta procesión que a cada paso se agranda e incluye a las imágenes religiosas que salen en andas de sus templos o parroquias adornadas con flores.
En la procesión se distinguen hombres con los pies descalzos, encapuchados y cubiertos tan solo con un taparrabo, que cargan una cruz grande y pesada; siguiéndole va la Cofradía de las Siervitas, damas de la Virgen de Dolores, pertenecientes al Templo del Patrocinio, que en luto acompañan a la Virgen, la cual es cargada por otros penitentes también cubiertos totalmente.
La Procesión del Silencio termina con la aparición de veinte enormes lanzas, adornadas cada una de ellas con la corona de las espinas, los tres clavos, la sábana santa, entre otros artículos, que portan diferentes cofradías, las cuales escoltan la escultura de la Preciosa Sangre de Cristo que se venera en el templo del mismo nombre.